El esloveno Tadej Pogacar, del equipo UAE, logró su cuarta victoria en el Tour de Francia 2024 en la decimonovena etapa, disputada entre Embrun e Isola 2000. Esta jornada de 144,6 kilómetros, conocida como la etapa de los "dosmiles", dejó prácticamente asegurada la victoria general y el doblete Tour-Giro que Pogacar busca desde hace años.
Pogacar, de 25 años, atacó a 9,5 km de la meta, dejando atrás a todos sus rivales sin respuesta. Atrapó uno a uno a los escapados Yates, Carapaz y Jorgenson, y cruzó la meta solo, en modo crono, con un tiempo de 4h 04' 03'', a una media de 35,5 km/h. Jorgenson llegó segundo a 21 segundos, seguido de Simon Yates a 40 segundos, Carapaz a 1' 11'', y el dúo Evenepoel-Vingegaard a 1' 42''. Enric Mas y Carlos Rodríguez llegaron a 3' 56''.
Con esta victoria, Pogacar aseguró su decimoquinta etapa en el Tour desde su debut en 2020 y la cuarta en esta edición, además de ser la número 81 en su palmarés y la 18 en una temporada pletórica.
La clasificación general quedó con Pogacar como líder, seguido por Vingegaard a 5' 03'' y Evenepoel a 7' 01''. Mikel Landa y Carlos Rodríguez están quinto y sexto respectivamente.
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"Vi que Jorgenson flojeaba y fui a por él. Mañana saldré a disfrutar, espero que no pase nada. Creo que el Tour está encarrilado, pero hay que correr 2 etapas más", dijo Pogacar en meta.
La etapa comenzó en Embrun con tres "dosmiles" en el menú. En el Col de Vars, el equipo Visma de Vingegaard lanzó a Jorgenson y Kelderman en una fuga de 8 hombres, acompañados por Simon Yates, Hindley, Carapaz y Cristian Rodríguez. Carapaz cruzó en cabeza el Vars, mientras el grupo principal, liderado por el UAE de Pogacar, estaba a 3' 30''.
En la Cima de la Bonette, Carapaz volvió a liderar, ganando puntos para la montaña y asegurando el liderato de los escaladores. Este puerto, a 2.802 metros de altitud, ofreció paisajes espectaculares y fue el escenario de una tregua entre los líderes del Tour.
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En el ascenso final a Isola 2000, Jorgenson atacó a 13,5 km, pero Pogacar respondió con un ataque imparable a 9,5 km. Conocedor del puerto, el esloveno devoró a los escapados y cruzó la meta solo, reviviendo la victoria de Tony Rominger en 1993. Pogacar demostró una vez más su dominio absoluto y dejó claro que el doblete Tour-Giro está a su alcance.