El eritreo Biniam Girmay logró este sábado su segunda victoria en el Tour de Francia , que atribuyó a la confianza que ganó con su primer triunfo durante la tercera jornada en Turín.
"Ganar una etapa es ya algo increíble. Conseguir dos, con el maillot de la regularidad, es ya muy especial", dijo el ciclista del Intermarché.
"Tenía mucha confianza. Cuando ya has ganado una vez te dices que puedes volver a hacerlo. Esta es la carrera ciclista más dura del mundo, por eso creo que mi primera victoria me ha liberado, me quitó mucho estrés, me dejó sin presión y me dije que estoy preparado para ganar otra", aseguró el corredor.
El eritreo señaló que buscará mantener el maillot verde de la regularidad hasta el final.
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"Creo que lo que he conseguido es ya muy importante. Pero ahora que tengo el maillot verde, voy a luchar al cien por cien para llevarlo hasta París", indicó.
Los inicios de Girmay
La Unión Ciclista Internacional (UCI) le seleccionó para integrar su escuela de jóvenes talentos en Suiza, donde pasó dos años entre 2018 y 2020, tiempo suficiente para integrar el top-15 júnior y acabar entre los cinco mejores de la última etapa del Tour del Porvenir.
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Su paso a profesionales se produjo en el Nippo-Delko francés, antes de que en 2021 llegara al Wanty, actual Intermarché, donde encontró la confianza para adaptarse al mundo profesional y para desarrollarse personalmente.
Sus compañeros le describen como un personaje tranquilo, que sabe controlar bien la presión y que huye de los focos.
En 2022 comenzó a destacar en algunos "sprint" y rompió varios techos de cristal del ciclismo africano. Su victoria en la Gante-Wevelgem fue la primera de un africano en una clásica y, unos meses más tarde, se alzó con una etapa en el Giro, la primera en una gran vuelta para un ciclista negro.
Aquella tarde la alegría quedó sumergida por un accidente. Al celebrar el triunfo en el podio, el tapón del espumoso que le ofrecieron los organizadores impactó con su ojo, lo que le obligó a abandonar al día siguiente.
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Girmay debutó el año pasado en el Tour y sus planes eran seguir aprendiendo de los mejores en esta edición.
Pero la victoria en Turín lo cambió todo. "En aquella llegada yo no tenía planeado ganar, era una llegada más para otro perfil de corredor. Pero haberlo logrado me ha dado una gran confianza, me ha quitado miedos, ahora sé que lo puedo hacer".
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En Colombey-les-deux-Églises era ya otra cosa. El 'sprint' picaba hacia arriba y él y su equipo sabían que tendría opciones. Girmay las confirmó con un segundo triunfo que le coloca como el dominador de las llegadas en esta edición.