El belga Tim Merlier (Soudal Quick Step) se ha impuesto en un espectacular en la tercera etapa del Alula Tour disputada entre el Aeropuerto AlUla y el Circuito Camel Cup, de 170.6 kilómetros, en la que se puso de líder el neerlandés del DSM Casper Van Uden.
Merlier se mostró imperial en la inmensa recta de meta, con un poderío incontestable que le permitió levantar los brazos con comodidad para estrenar su casillero de la temporada y poner la victoria número 36 en su palmarés.
Con un tiempo de 3h59.53 se impuso Merlier (Wortegem-Petegem, 31 años) por delante de los neerlandeses Arvid De Kleijn (Tudor) y Casper Van Uden (DSM), quien recuperó el jersey verde de líder. El expatròn de la general, Søren Wærenskjold, perdió más de tres minutos y el primer puesto.
Van Uden recuperó la camiseta verde, que ya vistió tras ganar la primera etapa, ahora con dos segundos sobre Merlier y diez respecto al italiano Matteo Sobrero (Bora).
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La etapa, diseñada para un nuevo esprint, se animó con la habitual escapada y los abanicos provocados por el viento que se activó en las interminables rectas que llevaban al Circuito de Camellos. A la expedición rebelde se apuntó el "lince" de Marbella, Luis Ángel Maté (Euskaltel Euskadi), a sus 39 años capaz de seguir fiel a sus fugas.
Junto al español se marcharon el griego Polychronis Tzortzakis (Roojai Insurance) y el japonés Yuma Koishi (JCL UKYO). Todo un mundo por delante como para hacer realidad su sueño victorioso, y mucha velocidad en el pelotón, que aprovechaba la acción del viento para revolver el ambiente.
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A 80 kilómetros de meta se rompió el pelotón en tres partes. El acelerón provocó el fin de la escapada ocho después. Tras un parón y el viento ligeramente favorable calmaron la etapa por momentos, pero siempre hay equipos y corredores que quieren mostrarse. De nuevo el griego Tzortzakis se empeñó en escaparse, lo mismo que Maté, incapaz de pasar inadvertido.
Aprovechando la relajación del pelotón se inició una "nueva" etapa. Las diferencias se estiraron como un chicle, llegó a los cuatro minutos, pero el pelotón tenía claro que la resolución iba a ser al esprint y enseguida quedó estabilizada en un minuto, mientras el viento jugaba con la marabunta, cambiando a su antojo su dirección.
Más abanicos a 30 de meta, decisivos para acabar con las ilusiones de Maté y compañía. El grupo quedó seccionado en tres bloques y ya nadie paró. El líder Soren Waerenskjold quedó atrapado en el segundo sector, y por si fuese poco sufrió un pinchazo que lo eliminó en la lucha por la etapa y en la intención de mantener el jersey verde de líder.
Por delante 40 hombres se iban a jugar el premio mayor en el camellódromo. Allí estaban Simon Yates, favorito de la general, y esprinters como Merlier, Van Uden, Molano y Coquard.
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Se desató la pelea en los últimos kms. Movistar movió sus fichas con Ivan Romeo y Mathias Norsgaard, pero el marcaje anularon sus intenciones. Finalmente, la superioridad de Merlier no admitió dudas. Fue el más fuerte, así de simple.
Este viernes se disputa la cuarta etapa entre Hegra y Maraya, de 142.2 kilómetro.
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