Tadej Pogacar ya tiene tres títulos de Tour de Francia en su palmarés. Sin embargo, la manera como lo consiguió en el 2024, llamó la atención. Y es que su superioridad fue evidente, sacándole más de seis minutos a Jonas Vingegaard, quien fue segundo en la clasificación general. Además, le tomó 9' 18'' a Remco Evenepoel, tercero, y a partir del cuarto (Joao Almeida), marcó 19 minutos.
Por eso, pensando en la edición del 2025, los organizadores decidieron hacer algunos ajustes en el recorrido, con el fin de que sea más parejo y haya emociones hasta las últimas etapas. No solo empezará en territorio galo, como hace un buen tiempo no sucedía, sino que, además, regresan un par de ascensos interesantes, garantizando los ataques en la alta montaña y el espectáculo.
"¿Todo en Francia? Los Grand Départ en el extranjero son fundamentales, porque permiten que el Tour brille aún más. Pero hay que hacerlo con la condición de que vayamos también a nuestras ciudades medianas y pequeñas. Después de tres inicios en el extranjero, esta vez comenzaremos en tierras que tienen un amor visceral por el ciclismo", dijo Christian Prudhomme para 'L’Équipe'.
"Estamos pensando en el final de la segunda etapa, en Boulogne-sur-Mer, en la rampa de Saint-Hilaire antes de la meta en Rouen y también en Mûr-de-Bretagne. Hay lugares para atacar. Estas son etapas diseñadas para corredores al estilo Lieja-Bastoña-Lieja y, en consecuencia, para corredores que pueden ganar el Tour", añadió el director del Tour de Francia, complementando su análisis.
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"En total, hay seis etapas sprinters en el Tour de Francia 2025, cuatro son en los primeros 10 días, pero en ninguna de ellas hay una certeza absoluta de que se llegará al sprint. En la zona de Isère entienden que no solo les queda esa subida, sino que también podemos escalar otras montañas, quizás menos conocidas", expresó, detallando lo que esperan ver a lo largo de la competencia.
"Es el caso de la Planche des Belles Filles, pero también del Col de la Loze, que pocos conocían y ahora se ha convertido en un lugar casi imprescindible para la ruta. Espero que la contrarreloj de Peyragudes no sea el punto de inflexión. Y que incluso la llegada a la cima del Ventoux deje en juego la situación en términos del maillot amarillo, hasta las dos últimas etapas en los Alpes", dijo.
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