Santiago Buitrago, el 'capo' al que "iban a mandar en un camión de 'bicis'" y ahora gana en el Giro

Detrás de todo campeón hay una gran historia y el caso de Santiago Buitrago no es la excepción. Nacido en Bogotá, el 26 de septiembre de 1999, ha venido escribiendo páginas doradas para el deporte nacional, gracias a cada pedalazo que ha dado alrededor del mundo y con los que ha sabido emocionarnos. Y es que, sin duda, tiene con qué marcar una época.

Hasta el momento y con tan solo 23 años, en su palmarés ya ostenta una etapa del Tour de Arabia Saudita, una fracción de la Vuelta a Burgos, varios podios entre los que resalta uno histórico en la Lieja-Bastoña-Lieja, y dos victorias en el Giro de Italia, la última de estas se dio el pasado viernes 26 de mayo, en el marco de la etapa 19, ganando la 'etapa reina'.

De la mano de esos grandes resultados, se ha ganado su lugar y está en boca de millones. Sin embargo, no ha sido nada fácil. A pesar de que, en la actualidad, está cosechando sus frutos y la carrera deportiva de 'Santi' es 'color de rosa', fueron años de lucha, esfuerzo, sacrificio, no dejarse caer, levantarse, dar lo mejor de sí, tener las cosas claras y soñar en grande.

Varias puertas se cerraron, pocos confiaron y ni creyeron, se presentaron tropiezos por doquier y hasta hubo lágrimas; no obstante, las metas estaban claras y así se lo contó a Caracol Sports, en una extensa entrevista, Carlos Bernal, quien es un amigo y manager de Santiago Buitrago, revelando varios detalles de lo que fue el pasado, es el presente y será el futuro.

¿Hasta dónde llegará esta unión que ha dado tantos frutos?
"Se vienen cosas más bonitas. Siempre digo que nos vamos a ganar el Tour de Francia, pero aún falta un poco para que se de (risas). Santiago es una persona a la que le encanta el ciclismo y que, desde pequeño, entendió lo que había que hacer y cómo asumir el reto. Esta relación que tenemos es casi que de papá e hijo y todo ha venido dando frutos importantes".

¿Qué tiene Santiago Buitrago de especial?
"Comprendió que esto es un estilo de vida, de sacrificios, trabajo, disciplina, tener unos objetivos claros y luchar por ellos. Es un ser humano íntegro y eso ha hecho que el tema sea más fácil dentro de lo duro que es el deporte a nivel profesional y de alta competencia y más el ciclismo. Se han hecho bien las cosas y, como siempre le digo, todo es gracias a él y ya".

Viajando en el tiempo, ¿Cómo se cruzaron sus caminos?
"A 'Santi' me le presentó una gloria del ciclismo nacional que fue Francisco 'Pacho' Rodríguez, quien lo vio en el velódromo para unos intercolegiados y me dijo: 'Hay un muchacho así y así' y lo vimos y fue impresionante. Él tiene las condiciones y eso se vio desde pequeño. Por eso, cuando lo ví, no tuve dudas de nada y, por el contrario, todo era muy claro con él".

¿Qué vio de especial en 'Santi'?
"Yo fui ciclista profesional, de la época de 'Lucho' Herrera, Fabio Parra, pero de los malos (risas). Sin embargo, al estar ahí, en ese mundo, uno entiende cosas. Además, como no tuve los resultados, hice otro camino, estudié, soy empresario. Esa formación y experiencia permiten pulir el ojo. Así, cuando me presentaron a Santiago, ví sus condiciones y gran persona".

¿Cuál fue la primera evaluación que hizo?
"Mirar la persona y luego cómo es en lo deportivo y, ahí, tiene las condiciones. Él no es un Egan Bernal, con talento nato, o un Nairo Quintana, pero tampoco es un muchacho al que hay que trabajar mucho; está en ese punto donde puede ser un escalador como se vio en el Giro de Italia o alguien que puede realizar una buena contrarreloj, dando pelea y mejorando".

Desde aquel momento hasta ahora, ¿Qué balance hace?
"Siempre le digo que tranquilo, paso a paso y a seguir mejorando, pero a nuestro ritmo. Esto no es magia, de la noche a la mañana, todo es de trabajo diario. Tiene las condiciones, ganas, es ambicioso, pero a la vez es inteligente, noble, paciente y disciplinado. Con 'Santi' hemos hecho un gran trabajo y un excelente equipo de amigos, que nos une el sentimiento".

¿Cuál ha sido el mejor consejo que le ha dado?
"Que sea un ser humano integral. Primero la persona y luego el deportista. Esto es un medio de mucha envidia y en el que hay oportunismo, entonces varios caen y deportistas talentosos se terminan perdiendo; eso es lo que no quiero que pase con Santiago. Más que yo decirle cómo entrenar o qué hacer, lo que busco es pulir otros detalles, en lo personal y más".

¿En qué puntos considera que ha crecido de manera exponencial?
"Ya es una persona madura, Europa lo ha transformado y mi labor es que tenga los pies en la tierra para que no se pierda lo logrado. Hemos crecido de forma integral. Ha estudiado, se ha formado, lo he embarcado en la estructura de estar en una educación formal, que tenga claro qué quiere en la vida. Todo eso está complementado con su familia, que es clave".

Hablando de eso, ¿Qué rol juegan sus padres, hermanos y entorno en general?
"Uno muy grande. En gran medida, que Santiago sea como es, se debe a la formación que ha tenido desde la familia. Ellos son cristianos y generan valores. Esto no es solo mío, en su familia hay una cantidad de personas de valores, principios y eso va de la mano de una muy buena formación. Todo eso suma y se une a lo que él quiere, aspira y su gran mentalidad".

¿Cómo es un día a día de Santiago Buitrago?
"Depende de la situación, pero recuerdo que antes de irnos al Giro de Italia, estuvimos en Andorra unos días y, allí, uno se levantaba, hacíamos el desayuno, íbamos a entrenar, yo iba con él y, obviamente, se iba a hacer sus trabajos y me dejaba tirado, luego me alcanzaba otra vez, en fin (risas), pero siempre estando pendiente de mí y eso fortalece nuestro lazo".

Una vez se acaba el entrenamiento, ¿Qué hacen?
"Nos bañamos, descansamos un poco y hacemos el almuerzo; un entreno inicia a las 10:00 a.m. y está terminando sobre las 2:00 de la tarde. Preparamos una eslada César con atún y listo. Ahí, vamos a dar una vuelta, compartimos, tomamos el café y luego en la noche a cenar. Ese es más o menos, una jornada de lo que se hace con 'Santi', dependiendo también".

¿Algo de cena en particular?
"Me acuerdo que, en una de esas noches, estaban inaugurando un restaurante de Lionel Messi, en Andorra, entonces nos fuimos allá, cuidando siempre de que sea comida sana, no nos pasemos de las calorías, en fin, ese es un tema de cuidado y que, a veces puede que sea cansón, pero toca. Todo depende de las recomendaciones de la nutricionista que es clave".

¿Algún hobby en particular?
"Algunas veces, hacemos una determinada actividad. Jugamos bolos y sobre las 9:00 o 10:00 p.m. estamos de regreso en la casa para jugar FIFA porque le encanta ese plan. Después a dormir. Ese es un día normal para él, pero siempre hay algo por hacer, empezando por el entrenamiento, alguna nueva experiencia y su infantable videojuego, que le encanta eso".

Todo eso confirma que Santiago Buitrago es joven, con tan solo 23 años, ¿Cómo trabajar la parte mental?
"Siendo el ejemplo; siempre le recalco que mire los errores que cometí para que no lo haga. Ojo con las niñas y niños que conoce porque la sociedad, en la actualidad, tiene otra escala de valores. Recuerdo que una vez le dije que tal niña no me gustaba, pilas, pero se me puso bravo y me dijo que lo dejara vivir y que si algo se estrella (risas), y tiene toda la razón".

Además de eso, ¿Qué le dice él de esa manera de llevar las cosas?
"Yo lo visiono como un gran ser humano, profesional y ejemplo para muchos, entonces a veces uno se sesga. Una vez me dijo que no lo viera solo como ciclista, y le respondí que nunca lo vería así, pero que me entendiera que tenía que cuidarlo en ese aspecto porque es su futuro y de lo que vive y vivirá, entonces todo tiene un proceso y hay que cuidar cada paso".

Ahorita se cuenta en poco tiempo, pero, ¿Cómo fueron los inicios?
"Nadie nos abría las puertas, no nos miraban, ni una entrevista, nada. Me lo discriminaron de muchas partes y, ahora, sí sacan pecho y dicen que fueron quienes lo formaron. Eso es mentira, cuando incluso nos cobraban por llevarlo a correr. De hecho, Santiago se fue del país sin decir nada y fuimos nosotros, por nuestra cuenta, quienes logramos esa gestión".

Es decir, no fue nada fácil empezar...
"Nuestro proceso ha sido a pulso y antes mejor porque donde estamos es gracias al esfuerzo, sin deberle nada a nadie. Es más, para los que dicen que en Colombia no ganó nada es porque aquí nadie le dio la oportunidad y, por fortuna, fue así y nos quedaron mal porque eso hizo que la ida a Europa se adelantara, pese a que no estaba en los planes del momento".

Toman esa decisión y, ¿Cómo se va dando todo?
"Las cosas cuando pasan se convierten en oportunidades para tomar o desechar. Recuerdo que en un equipo nos dijeron: '¿Cómo se le ocurre que los vamos a recibir y a poner así de la nada?'. Les respondíamos que tranquilos, no hay problema. Al ver que iba creciendo, ahí sí le enviaron un contrato, pero dijimos no. A la otra semana ya teníamos equipo en Europa".

Ahí ya empezaron a verse los primeros frutos...
"Hay algo que siempre he pensado y es que todo sucede de acuerdo a la clase de persona que es uno y al proceso que se lleva. No le hemos hecho daño a nadie, ni quitado nada y no debemos. Además, es imposible que no le vaya bien, cuando es alguien juicioso, disciplinado, entregado, noble y profesional. A las personas buenas, le pasan cosas buenas y se ve".

Después de esto, ¿Qué siguió?
"El proceso de Santiago fue muy corto, un año larguito con la Fundación Esteban Cháves, donde le dieron la oportunidad. Luego fue al AV Villas, donde lo recibieron y cuando quedaba un cupo en el Mazana Postobon, pregunté si lo aceptaban y el gerente y técnico dijo: '¿Cómo se le ocurre?' Y dijeron que no. Por cosas de la vidad, justo ese año se acabó ese equipo".

¿Es muy difícil hacerse un camino profesional como ciclista?
"Esa es otra cosa, que todos opinan, pero pocos se meten la mano al dril y acá se necesita dinero. Una vez, terminada una Vuelta a Colombia, lo iban a mandar entre el camión de las bicicletas y le dije que no estaba para eso, que me dijera si por lo menos le daban para que fuera al aeropuerto y yo le pagaba el tiquete, pero tampoco. Increíble lo que iban a hacer".

¿Cuál es la principal anécdota que tienen?
"Son 13 años llenos de anécdotas, vivencias y más. Recuerdo que cuando iba a los intercolegiados, no tenía ni 'bici' porque se la habían robado y en la Fundación Esteban Cháves ni lo conocían, pero ese era el mejor proyecto para que hiciera su proceso. Era un trabajo serio el que se hacía ahí para un ciclista que se proyectaba y eso sirvió, con su granito de arena".

Cuando ha ganado etapas, ¿Cómo reacciona?
"Me llama y dice: 'mire, otra que conseguimos' y yo le respondo que no, que eso es suyo y de nadie más porque el que se esfuerza día a día es él. Uno sufre afuera porque uno aprieta (risas), pero siempre le recalco que no le debe nada a nadie y menos a mí. Le pido que ni me nombre porque para qué. A Santiago lo adoro es como mi otro hijo y así nos tratamos".

¿Qué sensaciones se tienen después de esto?
"Él es feliz ganando y devolviendo esa alegría, tiempo y esfuerzo, la plata es lo de menos, es más por lo sentimental y ese ser humano tan grande que uno se encuentra en la vida. Santiago es una persona que sabe quiénes somos, es maduro y nunca habla de nadie. Es una gran persona, noble, honesta, profesional y, aunque le falta, va por un muy buen camino".

Más allá del resultado, ¿Cómo se maneja todo?
"El dinero se tiene o no, pero los pequeños detalles y las cositas como uno poner la alarma y despertarse sobre las 3:00 de la mañana, antes de una etapa y decirle 'venga, mijo, hay que hacer esto o aquello', o cuando llega llorando y uno intenta aconsejarlo y calmarlo porque las cosas no le salieron, es lo que mayor significado tiene por sobre lo material y el dinero".