María Luisa Calle, en la 'Pena Máxima': "Mi carrera más compleja fueron los Olímpicos de Atenas"

La ganadora del bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y amante del ciclismo, María Luisa Calle, es considera un ícono del deporte en nuestro país. Y es que, sin duda, ha sido una de las mujeres que ha hecho historia, dejando un gran legado para las nuevas generaciones que aspiran a seguir los pasos de la antioqueña, que tiene un amplio recorrido en las diferentes pistas y campeonatos del mundo.

María Luisa, pese a enfrentarse a varios obstáculos que la han marcado en su vida, se considera sensible y afirma que los que la conocen saben que es un atributo para sentirse más que orgullosa. Define el ciclismo con pasión, mostrando un amor único por su profesión, que la ha acompañado durante tanto tiempo y la puso en la cúspide de su deporte no solo en Colombia, sino en el mundo, dándole las mejores lecciones de vida.

Y es que, justamente, en un tono más reflexivo, dejó claro que su carrera más compleja la vivió en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Recordemos que la exciclista logró el bronce en dicho evento, un triunfo que puso a todo un país a vibrar; no obstante, luego, todo se vio nublado por una prueba antidopaje, la cual salió positiva.

Desde ese momento, empezaron los ires y venires. Explicaciones, pruebas, defensa, en fin, quería dejar claro que no había sido así, demostrando su inocencia. Finalmente, después de tanta perseverancia, en 2005, la deportista consiguió que le devolvieran dicha presea, algo que celebró.

Es de esas mujeres que, con tesón, se le mide a lo que sea, pero eso no le quita que le gustan las pruebas más en bajada que en subida, se para duro en los pedales sobre todo cuando está dura la cuesta. La bicicleta es su vida, y se le nota cada que habla de ella, es su compañera de arduas batallas, en pocas palabras uno de sus grandes amores en la vida, de esos que le han permitido dar pasos de gigante.

Ella es quien en realidad conoce su verdadera historia, esa que con esfuerzo sacó adelante, con la que consiguió diversos títulos, pues María Luisa Calle, desde joven, supo que quería competir a nivel nacional e internacional. Su trayectoria inició en 1992, en el ciclomontañismo, de donde pasó a disputar pruebas de ruta y pista, lo que le permitió crecer. Porque todo ha sido una constante evolución.

Fueron muchos los obstáculos que enfrentó al ser mujer, por lo que decidió pasar a la pista en donde se especializó en los 3.000 metros persecución individual y la prueba por puntos. Participó en diferentes eventos, entre los que se encuentran los Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo de Ciclismo en Pista, Juegos Centroamericanos y Bolivarianos, entre otros. A donde fue, lo dejó todo y su huella es imborrable.

En 2006, ganó la medalla de oro en la prueba de Scratch en los mundiales de pista y, por eso, fue quien portó la bandera de Colombia en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, un motivo de orgullo y privilegio que pocos pueden darse. Como si fuera poco, la deportista colombiana también se le midió a ser parte del programa del Canal Caracol, El Desafío África, en el 2013.

A sus 57 años, María Luisa Calle sigue entrenando todos los días, pues asegura que, aunque ya no compite, nunca dejará de montarse en una bicicleta, ese amor a primera vista la sigue acompañando hasta el día de hoy y que le brindó sus más grandes alegrías. No se arrepiente de ello y seguirán juntos.

Por: Geraldine Olaya
Unidad de Video Digital Caracol TV
En Instagram: @geraldineolayah