¿Influye la presencia de motos junto a los corredores en el desarrollo del Tour de Francia? El sábado, la carrera ciclista más importante del mundo vivió un incidente en la subida del Joux Plane, donde Tadej Pogacar se encontró bloqueado, lo que relanzó este debate sobre cómo pueden frenar o aspirar a los participantes.
"Desde siempre, las motos tienen influencia en las carreras y hoy han robado segundos": como muchos, el australiano Adam Hansen, participante en 28 ediciones de grandes rondas por etapas y presidente del sindicato de corredores, se vio contrariado cuando dos motos, una de la televisión y otra de un fotógrafo, impidieron a Pogacar continuar su ataque en el Joux Plane.
Las imágenes de lo ocurrido dieron la vuelta al mundo, en un evento retransmitido para 190 países, y llevó a los comisarios de la Unión Ciclista Internacional (UCI) a excluir a las dos motos de la etapa del domingo.
"Es inadmisible, el Tour podría decidirse por esto", se enfadó el exciclista francés Laurent Jalabert, comentarista para la televisión de su país. Pogacar y Jonas Vingegaard se mueven en diferencias muy pequeñas hasta el momento.
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El fotógrafo admitió su culpa. El ciclista esloveno, que prefirió no encenderse, simplemente lamentó "haber disparado una bala de fogueo".
El domingo, en la salida de la etapa, el corredor francés Anthony Turgis salió en ayuda de las motos. "Sé que tienen mucho cuidado. Las cámaras tienen un zoom importante. Pero si se ponen demasiado lejos, el público se pondría delante y no tendríamos ninguna imagen", señaló el corredor de TotalEnergies.
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- ¿Pronto un radar trasero? -
"Las propias motos se vieron bloqueadas por el público. Había cuerdas que la gente no respetó", añadió. Numerosos testigos estiman que el público actúa este año con un entusiasmo más elevado que de costumbre. Pero "es evidente que las motos influyen en la carrera", admite Turgis.
A veces pasan inadvertidas porque son percibidas ya como parte del paisaje, pero realmente hay decenas de motos y coches que rodean a los ciclistas, llevando a bordo a cámaras, fotógrafos, directores deportivos, miembros de la asistencia...
Todo ello está estrictamente reglamentado por la UCI y por los reguladores de la carrera, pero rara vez la presencia resulta neutra.
Se vio el sábado en Joux Plane: hay vehículos que pueden bloquear a corredores. Ya había sido así el viernes en el Grand Colombier, donde Pogacar y Vingegaard habían tenido que frenar.
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Los aficionados recuerdan además la imagen surrealista de Chris Froome corriendo a pie, con el maillot amarillo a la espalda, en el Monte Ventoux en 2016 después de haber roto su bicicleta en una caída provocada por una moto que se había visto bloqueada por la multitud.
Adam Hansen dice que la UCI trabaja en un sistema de radar trasero para las motos. "Va a llegar pronto", asegura incluso Richard Plugge, patrón del equipo Jumbo-Visma y presidente de la Asociación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales.
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La utilización de drones para grabar, permitiendo reducir el número de vehículos en el asfalto, es considerada "demasiado peligrosa" por Adam Hansen.
-Una ventaja "decisiva"-
Pero más que de frenar a los corredores, las motos son acusadas de llevarles demasiado fácilmente en su estela mediante el fenómeno de aspiración.
Un estudio publicado en 2016 por la Universidad de Tecnología de Eindhoven concluyó que "el efecto aerodinámico de las motos podía ser sustancial e incluso decisivo".
"Afecta mucho. Lo sentimos de verdad", subraya Anthony Turgis.
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"Se ha convertido en uno de los principales problemas del ciclismo, cambia la carrera y puede decidir, por ejemplo, si la escapada llega al final o no", estimaba a principios de año Bauke Mollema. El corredor neerlandés se enfadó en 2019 contra "las motos de la RAI", que habían 'remolcado' al pelotón detrás de dos escapados, que se veían además perjudicados por ir contra el viento.
Circular en el pelotón aporta una ventaja enorme debido a la menor resistencia al aire. Según la Universidad de Eindhoven (Países Bajos), eso puede permitir a un ciclista correr a 54 km/h haciendo un esfuerzo que, por sí solo, le haría desplazarse solamente a 12 km/h.
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Los coches también son a menudo señalados por su influencia en las carreras ciclistas. En abril, Pogacar ganó en solitario la Amstel Gold Race después de haber aprovechado un momento de aspiración de un coche.
Bert Blocken, profesor de Física en la Universidad de Lovaina (Bélgica), había explicado entonces a la prensa de su país que "correr en aspiración dos metros detrás de un coche reduce la resistencia al aire en un 65% y puede hacer ganar 36 segundos por kilómetros".
Una diferencia que en el ciclismo constituye todo un mundo.