De la Omloop Het Nieuwsblad en febrero, al Tour de Guangxi en octubre, pasando por un triplete inédito Giro, Tour y Vuelta. En 2023 el color amarillo del maillot del Jumbo-Visma -que en enero pasará a denominarse Visma-Lease a Bike- lució hasta en 69 ocasiones en el cajón más alto de los podios.
En el plano individual, el esloveno Tadej Pogacar puede seguir siendo considerado como la primera estrella mundial del ciclismo fruto de sus 17 victorias, pero en la prueba más prestigiosa, la que como ninguna otra crea leyendas y premia a los más grandes, el Tour de Francia, volvió a morder el polvo por segundo año consecutivo ante el poderío del danés Jonas Vingegaard.
El corredor llegado del frío se muestra tímido y reservado ante las cámaras, pero sobre el sillín -y especialmente cuando el asfalto se inclina hacia arriba- deja aflorar su ambición de victoria, al menos en el mes de julio en las carreteras del país de los Alpes y los Pirineos.
En 2022 el líder del Jumbo-Visma se había dado a conocer a nivel planetario al privar a un joven pero avasallador Pogacar del que habría sido su tercer Tour seguido.
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Pero un año después, el antiguo pescadero, de 27 años desde el 10 de diciembre, volvió a interponerse entre Pogacar y la gloria: primero con una contrarreloj supersónica en los Alpes. Y un día después en las temibles rampas del col de la Loze, donde el líder del UAE, cuya preparación se había visto lastrada por una fractura en la muñeca, sufrió el peor 'pinchazo' de su carrera.
Así pues, Vingegaard conquistó en París la 110ª edición de la 'Grande Boucle' con una ventaja de 7 minutos y 29 segundos, el margen más amplio desde 2014, para afirmarse como el patrón del maillot amarillo.
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Sin Roglic
Antes, el también esloveno Primoz Roglic se había enfundado la 'maglia rosa' como ganador del Giro de Italia, pero la traca final llegó en septiembre en la vuelta a España, cuando el hombre llamado a ser gregario de los dos líderes, Sepp Kus, sorprendió llevándose el maillot rojo, escoltado por el danés y Roglic en el podio de París.
Fueron en total 69 victorias para el Jumbo-Visma en 2023, "70 si se tiene en cuenta el campeonato de Europa de Cristophe Laporte", recordaba el director del equipo Merijn Zeeman. "Es de lejos la mejor temporada que este equipo ha tenido nunca".
El equipo perderá a Roglic, que cambia al Bora-Hansgrohe, pero la presencia de Vingegaard y sobre todo de Wout Van Aert aseguran nuevos triunfos.
Aunque serán bajo otra denominación, ya que en diciembre, y después de semanas de rumores sobre una eventual fusión con el Soudal Quick-Step (55 victorias) que tuvo en vilo al resto de equipos por la situación de monopolio que podría producir, se anunció finalmente un acuerdo con Lease a Bike, que añadirá su nombre a Visma tras la retirada de Jumbo.
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Ración doble para Pogacar
Pogacar,por su parte, afronta hambriento de victorias el 2024 y pidió una ración doble; Giro y Tour. Sólo siete grandes campeones han logrado la victoria en las dos carreras el mismo año.
Para llegar en las mejores condiciones a esa doble cita, el nuevo 'caníbal' no correrá el UAE Tour, la París-Niza, la Tirreno-Adriático, ni el Tour de Flandes, que conquistó de forma brillante este año.
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La Strade Bianche, la Milán-San Remo y la Vuelta a Cataluña sí podrían tener en su cartel a un corredor que no pierde de vista el oro olímpico, pese a que el trazado parisino no es el que más le conviene.
Salvo accidente, el duelo Vingegaard-Pogacar tiene visos de escribir nuevos capítulos en 2024 con, quizá, la añadidura de Remco Evenepoel y Primoz Roglic conformando un póquer de ases que hace soñar a los aficionados.