Lo que empezó en el Colombia es Pasión, en 2007, fue tomando forma en el IAM Cycling, en 2015, y tocó techo en el Trek Segafredo, en 2017, llegando al World Tour. Allí, Jarlinson Pantano nos dio toda clase de alegrías, como el hecho de haber sido dos veces Top 20 en el Tour de Francia (2015 y 2016), además de ganar una etapa y ser elegido como la revelación.
Pero eso no fue todo. Si se repara la carrera del nacido en Cali, también celebró en la Coupe des Nations Ville Saguenay, la Vuelta a Suiza y la Volta a Cataluña. De igual manera, a nivel nacional, brilló en el Campeonato de Pista en Colombia, el de Ruta y el de contrarreloj. En dichos certámenes, se hizo con tres medallas de plata, dos de bronce y también dos de oro.
Todo era color de rosa para Jarlinson Pantano. Sin embargo, en 2019, pasó lo inesperado. Cuando daba inicio a su octava tempora como profesional, fue llamado a un control antidoping sorpresa por parte de la UCI. Esto dio un giro a su carrera y definiría su futuro. En marzo fue notificado por haber dado positivo por EPO y la sanción no tardó. Fue un duro castigo.
Una vez se conoció el veredicto, se mostró como una persona inocente y jamás aceptó esos cargos. Pero sabía que dar la pelea iba a ser perdido. En su momento, afirmó que "decidí no seguir luchando contra la UCI porque cuesta mucho dinero y no pienso gastarlo. No le tengo que demostrar nada a nadie. Lo que hicie en el ciclismo ya estuvo". Pero no fue el final.
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Pasaron varios años, un total de cuatro, hasta que en 2023, regresó a la acción. El equipo EPM, le abrió las puertas y se la jugó, aceptó y estuvo en la Vuelta a Colombia, Vuelta a Antioquia, entre otros. Así las cosas, en Caracol Sports tuvimos la oportunidad de hablar con Jarlinson Pantano, quien nos contó detalles de su vuelta, lo que vivió y el presente del ciclismo.
¿Cómo fue volver al pelotón, al ciclismo, a la acción?
"A uno le gusta ser competitivo, siempre busca ganar y esa es mi mentalidad.
La verdad fue duro, una decisión con la que buscaba cerrar bien mi ciclo como ciclista y el equipo EPM abrió sus puertas.
Al principio fue duro, adaptarme otra vez a la alimentación, ya que estaba 10 kilos por encima, al día a día, volver a tener ese ritmo y estilo de vida, no era sencillo".
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¿De qué manera superó esa 'parte dura' de regresar?
"Con las ganas que tenía. Los sueños pueden más que cualquier cosa. El seguir adelante fue lo que me llevó a tomar esta decisión. Muy contento de haberlo hecho y pienso que a veces Dios te pone donde uno menos piensa. Me puso acá, luego por allá, en fin, en todo lado, me pasó de todo, pero lo más importante es que siempre me levanto y salgo adelante".
¿Qué era lo que más extrañaba de esta vida de deportista?
"Es raro (risas).
Extrañaba muchas cosas, pero extrañar de sufrir no; el ciclismo es duro y te llevan más allá del límite, pero sí extrañaba el ambiente, el pelotón, los compañeros
, compartir con los directores, en fin. Ahora, lo que más me gusta de esto es compartirle mis experiencias a los más jóvenes, quienes vienen de atrás, a los muchachos de mi región y aportar".
A propósito, ¿Cuál es su análisis del presente del ciclismo en el país?
"Ellos son el futuro, nosotros ya pasamos de moda, quedamos atrás y cumplimos. Estamos para brindarle apoyo a los que vienen. El ciclismo colombiano siempre estuvo adelante, siendo protagonista y luchando por grandes cosas, pero, para ser honesto, tener ciclistas como Egan Bernal, Nairo Quintana y demás, es muy difícil, llegaron a Europa y la hicieron de una".
¿Algunos que pueda resaltar y llamen su atención?
"Algunos están dando de qué hablar, como Santiago Buitrago, Sergio Higuita, Daniel Felipe Martínez, Einer Rubio, quienes vienen haciendo un proceso bueno, pero decir que van a hacer cosas como la de Nairo o Egan, no es imposible, pero sí es difícil. Corredores como ellos nacen uno cada 100 años y debemos ser conscientes de esa situación, pero no lo hacen".
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¿Qué siente al haber hecho parte de esa generación?
"Un orgullo tremendo, fue la época dorada del ciclismo, la cual, seguramente, volvermos a vivir en unos cuantos años. Lo que pasa es que los colombianos nos mal acostumbramos.
Antes se celebraba cuando Santiago Botero ganaba una etapa; luego llegó Nairo Quintana y ya era segundo y queríamos el Tour de Francia
, entonces un cuarto o quinto lugar no servía".
¿Cómo hacer que la gente vuelva a valorar esos resultados?
"No podemos perder la humilidad, ni olvidarnos de lo que somos. En una carrera de tres semanas son varios equipos, con muchos corredores y 22 líderes, entonces van a pelear con toda. Así que cuando tenemos un corredor entre el Top 10 ya es de mucho valor. Nos acostumbramos a solo ganar y podios, que no es sencillo. Somos seres humanos y es un logro".
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¿Cuál es el análisis o balance que hace de su carrera?
"No me arrepiento de nada. Cuando fui profesional, fui muy correcto en mis cosas. A veces, me siento en casa, solo, y me pregunto: '¿hice algo mal?' y mi respuesta es que no. Mi nivel era el que tenía y mostré; nunca me iba a ganar un Giro de Italia, ni un Tour de Francia, ni una Vuelta a España, pero sí era un corredor que podía ganar etapas y eso fue lo que hice".