El alemán Georg Steinhauser (EF Education), debutante en el Giro , estrenó su palmarés profesional como ganador de la decimoséptima etapa disputada entre Selva di Val Gardena y Passo Brocon, de 159 kilómetros, donde reforzó la maglia rosa el esloveno Tadej Pogacar (UAE), segundo clasificado.
Steinhauser, de 22 años, hijo del ex ciclista Tobias Steinhauser y sobrino de Jan Ullrich, fue el más fuerte en una dura jornada de montaña, y su atrevimiento le sirvió para ganar su primera carrera a lo grande, en solitario, con tiempo para creer lo que le parecía increíble apenas unas horas antes.
El germano, protagonistas en todas las fugas del día, se presentó en meta con un tiempo de 4h 28' 52'', a una media de 35,5 km/hora, seguido a 1' 24'' por Tadej Pogacar, quien dejó a sus rivales a 2,5 km de meta, aumentando su renta 22 segundos más respecto a los hombres del podio; estamos hablando del colombiano Daniel Felipe Martínez (Bora) y el galés Geraint Thomas (Ineos), ambos en la frontera de los 8 minutos en la general.
🇮🇹 #giroditalia
— BORA – hansgrohe (@BORAhansgrohe) May 22, 2024
Dani finishes fifth on another difficult stage, crossing the line in a small select group 👊🏼
The win goes to Steinhauser from the breakaway.
Bravo, Dani, for another strong ride 🙌🏼 pic.twitter.com/cFOWcum8gN
GLORIA PARA STEINHAUSER, POGACAR DA OTRO PASO
Steinhauser se la jugó bajando, coincidiendo con la visita inoportuna de la lluvia, y se presentó a pie del Brocon, ahora por la parte más difícil, sin oposición alguna del sector de la general. Pogacar y sus muchachos rodaban a más de 3 minutos.
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El alemán, lejos de perder fuerza en las rampas del Brocon, se vino arriba, aprovechó el parón del grupo y aumentó las diferencias con los perseguidores, el eritreo y el italiano Frigo. El triunfo parcial estaba delante.
Aguantó Steinhauser mientras sus rivales se iban quedando sin fuerzas, viendo cómo se alejaba la posibilidad de ganar en la cima del Passo Brocon. El chaval, incrédulo, movía la cabeza a medida que se acercaba a meta. No lo podía creer, pero a veces los sueños se cumplen.
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Sobre todo si Pogacar despierta tarde, como fue el caso. El patrón del Giro, sobrado de energía, atacó a 2,5 km de meta. Nadie le alzó la voz, y fue él quien decidió arrancar, suave, sin estridencias, pero directo a meta. Con facilidad, sin arruinar el sueño de nadie. A Steinhauser no le sucedió lo mismo que a Pellizzari la víspera. La fiera despertó esta vez más tarde. No necesitó más.
Este jueves se disputa la decimoctava etapa entre Fiera di Primiero y Pádua, de 178 km. Tras un comienzo escarpado, a partir de la mitad del recorrido espera una amplia llanura. Una buena ocasión para los esprinters.