El gran perdedor de la etapa 16 del Giro de Italia fue Primoz Roglic, que cedió segundos importantes con Geraint Thomas y Joao Almeida, en la lucha por el título de la 'Corsa Rosa'. El esloveno se vio perjudicado por el buen ritmo que pusieron el británico y el portugués en los últimos kilómetros de la subida al Monte Bondone.
Aunque su gregario Sepp Kuss fue fundamental para no perder más tiempo, Roglic entró tercero en la fracción, a 25 segundos de Almeida y Thomas. Si bien, no es una diferencia que sentencie el futuro de la carrera, el esloveno empezó perdiendo en la batalla de los corredores de la clasificación general.
Marc Reef, director del Jumbo Visma, lució tranquilo con el resultado y, aunque reconoció que su pupilo no estuvo en buena forma, fue consciente de que la carrera no está definida y que restan algunas etapas de alta montaña para desquitarse.
"Los primeros tres corredores están a medio minuto de diferencia. Aquí perdimos una batalla, pero ciertamente no la guerra. Todavía queda mucho por venir en los próximos días, por lo que confiamos en el mejor resultado posible. En los próximos días, utilizaremos las cualidades del equipo para luchar por la victoria", fueron las palabras del jefe de Primoz Roglic.
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Durante la fracción, el Jumbo-Visma fue el encargado de poner el alto ritmo para perseguir a los pedalistas que integraron la fuga. Rohan Dennis, Sam Ommen, Koen Bouwman trabajaron duro y recortaron la diferencia, hasta que el UAE Team Emirates tomó el mandó. En los últimos kilómetros solo se mantuvo Sepp Kuss y el estadounidense fue vital para que Roglic no cediera más tiempo.
"Decidimos tomar el control y rodar a un ritmo sólido en la subida final. Después de que los otros equipos se involucraron en la parte delantera. Resultó que Primoz no tenía sus mejores piernas", fue la explicación del director deportivo del Jumbo-Visma.
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Primoz Roglic es un 'perro viejo' y sabe que quedan etapas para recortar la diferencia, a pesar de no estar en su mejor momento. Por lo pronto, este miércoles, el pelotón tendrá que recorrer 197 kilómetros planos, saliendo desde Pergine Valsugana hasta llegar a Caorle, en un día llamado para los velocistas.
Después, el jueves y viernes volverá la alta montaña, donde los favoritos volverán a verse las caras y dejarán las diferencias claras antes de la cronoescalada del sábado, que decantará al sucesor de Jai Hindley como campeón del Giro de Italia 2023.