El francés Aurélien Paret-Peintre (AG2R-Citroën) se impuso en la cuarta etapa del Giro de Italia, este martes en Lago Laceno, superando en la meta a su compañero de escapada, el noruego Andreas Leknessund (DSM), nuevo líder de la carrera.
El belga Remco Evenepoel, 'maglia' rosa al comenzar la jornada, cedió la preciada prenda a Leknessund, tal como ya había anunciado, pero no perdió tiempo con respecto a su principal rival por la victoria final, el esloveno Primoz Roglic.
Ambos cruzaron la meta en el grupo principal, a unos dos minutos del dúo de fugados.
No fue un trauma para Evenepoel la posibilidad de perder la 'maglia', pues queda mucho Giro, y las obligaciones el líder después de cada etapa también desgastan: ceremonia del podio, entrevistas...etc. El septeto empezó a trepar las rampas del Colle Molella (2a, 9,7 Km al 6,2%), con la cima a 3 Km de meta, con una ventaja de 4,30 minutos.
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La carretera empezó a apuntar al cielo, la fuga con buenas perspectivas de triunfar y el pelotón reduciendo la diferencia con el Ineos de Tao Geoghegan y Thomas mostrando intenciones. Emoción por la etapa y por saber si Evenepoel iba a continuar de patrón rosa. El campeón del Mundo iba solo, sin compañeros en el grupo de favoritos.
A 2 km de la cima del Colle Molella y a 5 de meta tensó el ritmo Leknessund en la parte más dura del puerto, llevándose a rueda a Ghebreigzabhier y Peintre.
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El ciclista nórdico y el galo Paret Peintre coronaron el puerto con 2,33 minutos sobre el pelotón. Al alcance de ambos la gloria en Lago Laceno. Y emoción por el liderato. Hasta meta una crono entre dos ya en carretera llana. Con Evenepoel a más de 2 minutos la suerte estaba echada. Faltaba conocer el reparto del botín. Fue más rápido Peintre, quien arrancó a 100 metros de la línea.
No hubo respuesta de Luknessund, pero el nórdico lucía feliz con la maglia rosa, algo que nunca había imaginado el ciclista de Tromso, un excampeón de Europa sub'23, ganador de etapa en la Vuelta a Suiza. Su ambición recogió el "regalo" de Evenepoel, quien sigue siendo el jefe "de facto".
Este miércoles se disputa la quinta etapa entre Atripalda y Salerno, de 171 km, un recorrido escarpado, sobre todo en la primera mitad, propicio para una escapada, aunque el final llano no descarta una resolución al esprint.