Colombia es uno de los países más destacados cuando se habla de ciclismo. Los nombres de Egan Bernal, Nairo Quintana, ‘Lucho’ Herrera o Fabio Parra han dejado en alto la bandera tricolor en el deporte del pedal. Pero alejado de las bicicletas, hay un colombiano que se destaca en un equipo del WorldTour; se trata de Camilo Suárez o más conocido como el ‘Chef del Ciclismo’.
Este bogotano empezó en el deporte por herencia de su padre, quien fue pedalista aficionado y le inculcó esta actividad a Camilo. A los 19 años entró al equipo ‘Colombia es Pasión’, donde logró ganar la Clásica a Soacha, en el 2009.
Sin embargo, en el 2014 tomó la decisión de bajarse de la bicicleta, después de sufrir dos caídas fuertes en Portugal y en Canadá. Meses antes de retirarse, había empezado un curso de cocina con el objetivo de mejorar su alimentación. Esta decisión le cambiaría la vida de ahí en adelante.
Camilo Suárez estuvo presente en la Tirreno-Adriático 2022 con el equipo neerlandés DSM. Su labor era alimentar a los ciclistas en esta exigente competencia italiana. Allí cumplió su sueño de entrar en un equipo del WorldTour, pero ahora, desde las cocinas rodantes. Para conocer un poco de su historia, lo contactamos en ‘Caracol Sports’ y nos reveló que también hará parte del staff en la próxima edición del Giro de Italia.
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¿Cómo comenzó el cuento de la cocina siendo ciclista?
“En el 2014, en el equipo 472-Colombia me dijeron que iba a ser el líder de la escuadra, esto me motivó a mejorar en mi alimentación, entonces yo hice un curso de cocina para poder prepararme mis propias comidas. Allí, un profesor dijo que yo cocinaba rico y esa idea quedó ahí sonando. Ese mismo año, no me fue bien. Tuve caídas, no gané nada y el equipo entró en crisis, entonces tomé la decisión de retirarme. Semanas después estaba sentado en una universidad estudiando Gastronomía”.
¿Cuál fue su primera experiencia cocinando para ciclistas?
“Las relaciones que hice en el ciclismo me ayudaron para dar a conocer mi sazón. Entonces Esteban Chaves me recomendó en el Orica y estuve en un campamento que tuvieron acá en Colombia. Y después un par de veces también estuve en campamentos así, acá en el país".
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¿Cómo fue esa llegada al DSM?
“Yo estuve 12 años como ciclista y mi sueño era llegar a un WorldTour y nunca lo logré. Entonces cuando me llaman y me dicen que estaban interesados, pues yo no lo podía creer. Hasta que vi los tiquetes fue que me di cuenta de la magnitud. Me necesitaban solamente para la Tirreno-Adriático. Y bueno, ahí emprendí otra vez mi travesía a Europa. Cuando llegué a Amsterdam me recibió la nutricionista y me llevó a las oficinas. Eso es grandísimo, parece una multinacional".
¿Cómo es su trabajo como cocinero?
“Yo acá no puedo llegar a inventar recetas, mi única labor es ponerle sazón a la comida porque la hace los itinerarios es la nutricionista, ella sabe cuántas calorías necesita cada ciclista y yo me tengo que regir a esa información. A mí me toca personalizar el plato para cada pedalista. Eso es un poco dispendioso y toca estar muy concentrado”.
¿Cómo vive usted las etapas, qué hace mientras que los ciclistas están compitiendo?
“Yo a veces no tengo tiempo de ver nada. Por la mañana tengo que hacer el desayuno y el almuerzo que se les envía en recipientes para que coman apenas terminan de correr. Ahí tengo que arreglar la cocina y desarmarla. Después, tenemos que trasladarnos en el bus a otra ciudad. Y en el medio, tengo que hacer mercado, mirar qué necesito para la comida de la noche. Cuando ellos llegan al hotel ya tengo que tener cocinado todo, para que coman. Y ahí, volver a limpiar y desarmar. Entonces casi no hay tiempo”.
¿Y qué le dijeron al terminar la carrera desde las directivas?
“Yo estaba en periodo de prueba, entonces al final estaban contentos y más con los resultados del equipo en la Tirreno-Adriático. Me dijeron que querían seguir contando conmigo, voy a hacer algunos bloques durante la temporada con ellos y voy a estar en el Giro de Italia".
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¿Entonces le toca alistar maletas para Europa?
“Sí. Yo hablé con mi mamá y parece que nos vamos a ir los dos, somos muy unidos entonces no quiero dejarla sola acá. Pienso que estas son oportunidades que solo se dan una vez en la vida y no las puedo dejar pasar, entonces debo aprovechar y estar ahí”.
¿Cómo es el emprendimiento que tiene del ‘Chef del Ciclismo?
“Sí, yo cuando estaba terminando de estudiar hice una especialización en Administración de Empresas, entonces ahí tuve que presentar un proyecto pero yo nunca pensé que eso fuera a tomar fuerza. El hecho es que fue creciendo y haciéndose conocido entre ciclistas y ahora estamos bien consolidados. La especialidad son los panes hechos con masa madre. Eso le da un toque diferente”.
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¿A qué ciclistas colombianos les ha cocinado?
"A varios de ellos los conocí en mi etapa de ciclista como a Esteban Chaves, Nairo Quintana y a otros los conocí en campamentos como a Egan Bernal. También Harold Tejada es uno de los jóvenes con los que me hablo y han probado mi comida".
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