No ha sido un camino fácil para Egan Bernal , fueron largas jornadas de recuperación y entrenamientos para estar donde está, siendo protagonista, nuevamente, en Europa. Luego del difícil momento que vivió por el accidente, que casi le cuesta la vida , tuvo que levantarse, convencerse y, de la mano del amor, entrega, profesionalismo y pasión, nunca rendirse.
Como en la vida, la ruta en el ciclismo tiene sus altos y bajos, sus caídas inevitables, pero sobre todo sus levantadas. Egan Bernal es una muestra de ella. No en vano, su coraje y esfuerzo, lo llevaron a conseguir más de 27 triunfos. En la máxima categoría del ciclismo, además, tiene dos títulos que son el Tour de Francia en el 2019 y el Giro de Italia en el 2021.
Dichas victorias fueron celebradas en el mundo y honradas en Colombia. De hecho, en los rincones de Cundinamarca, se guardan para siempre en homenaje. Pues a sus 25 años, ya llevaba sobre sus hombros, los logros que, en la actualidad, inspiran a millones, pero también, a esa edad, hace dos años, se la jugaba y no por un podio, sino por salvar su vida.
Iniciaba la carrera más importante para recuperar aquello que fue, tras sufrir un accidente, justo el 24 de enero de 2022 , cuando chocó contra un bus, en una carretera del país. "Casi me mato, estuve dos semanas en la clínica con mucho dolor, me sentí más vulnerable que nunca, muy humano", afirmaba en abril de aquel año, 'el joven maravilla', ante los medios.
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Vulnerable a lo que parecía imposible, pensar en dejar de pedalear por el mundo y volver a empezar de ceros. "Cuando estuve en la camilla, pensé en que si tenía que retirarme, lo hago, pero estoy con vida, junto a mi familia y puedo mover las piernas y tarde que temprano podré caminar", añadió el 'escarabajo', ese momento que paralizó a toda la nación.
Luego de varias operaciones quirúrgicas en su columna vertebral, la pierna y su mano derecha, los diagnósticos eran muy complejos, incluso se mencionó la paraplejia. Pero las múltiples facturas y cicatrices quedaron en el pasado. Para lo que había pasado y su gravedad, su recuperación fue un proceso sorpresivamente rápido , lo que demostraba sus ganas.
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Mientras el mundo entero se conmocionaba con los reportes de sus tratamientos, Egan Bernal tenía como bastón a toda su familia, amigos y compañeros de ruta. En equipo fueron testigos de que el amor y las ganas por vivir lo eran todo y un poco más. Volvió a caminar y a montar en bicicleta, dos meses después del accidente, lo que sorprendió a muchos.
"Contento porque, por fin, podía sentir el aire en la cara. Lo que más me impresionó es que monté esas dos horas y no tuve dolor", decía". Con paciencia y consciente del proceso, regresó a las grandes vueltas en el Tour de Francia 2023, aún en plena recuperación, sin plazos ni afanes. Ahora, ocho meses después parecen no haber quedado cicatrices de ello.
Por más inoportuno que fuera lo que pasó, lo llevó a valorar con más intensidad la vida, pero también lo llevó al podio de la Vuelta a Cataluña 2024 . Hoy, domingo 24 de marzo, enmarca esta sonrisa, la del sucesor, hijo, hermano, amigo e ídolo de las nuevas generaciones del ciclismo. La sonrisa del mejor ciclista de la historia y que deja en alto a nuestro país.