La Vuelta a Colombia 2023 dejó como gran campeón al boyacense Miguel Ángel López, quien en su primera actuación en la carrera no encontró un rival de su talla y se impuso en nueve de las 10 jornadas disputadas, incluso ganándole a los especialistas en el sprint. Quizá, está supremacía no permitió que otros corredores del pelotón se destacaran y brillaran con luz propia. Uno de los que pudo salir ganador en uno de los rubros fue Diego Pescador.
Este quindiano, con 18 años, integra la nómina del GW Shimano-Sidermec y en la Vuelta a Colombiano terminó en la casilla 11 de la clasificación general, siendo el mejor corredor Sub-23 en su primera temporada como juvenil. En Caracol Sports hablamos con Pescador, quien ya ha hecho parte de la Selección Colombia y es uno de los grandes prospectos en el ciclismo colombiano. Esta es su historia.
"Soy nacido en Quimbaya, Quindío. Tengo 18 años. Toda la vida he estado encaminado en el deporte. Primero me inicié en el atletismo y estuve practicando este deporte hasta los 12 años. Ahí fue cuando conocí la bicicleta, gracias a mi papá, pues que me convidó a montar un día. Él es ciclista recreativo y lo acompañé un día en esas bicis mazamorreras. Desde ese día me quedó gustando", fueron sus primeras palabras.
¿Cómo fueron esos inicios entrenando?
"Empezamos ahí a buscar un club o algún equipo para iniciar. La Liga de Ciclismo de Quindío no estaba bien estructurada, entonces encontré un club en el municipio de Circasia. Allá cada uno tenía que conseguir sus propios viáticos para ir a competir. En 2019 ya me gané un cupo en la Liga del Quindío, donde me abrieron las puertas y empecé mi proceso formativo en la categoría juvenil. Allí también practiqué un poco en la pista y eso, aunque me costó al principio, me dejó buenas bases".
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¿Y las primeras carreras cuándo llegaron?
"Comencé a correr el Campeonato Nacional con el Quindio, Vuelta al Futuro, pero en la pandemia se frenó la competencia. En el 2021 empecé a tener más rodaje y tuve buenos resultados, que fueron suficientes para ganarme un cupo en el Bicicletas Strongman, que era el equipo del Ministerio del Deporte de la categoría juvenil. Allí quedé tercero en la Vuelta del Porvenir, que es la competencia más importante en estas edades. El año pasado tuve la oportunidad de ir, por primera vez a Europa, fueron dos meses de aprendizajes, en los que me fue bien en algunas clásicas italianas y estuve disputando la clasificación de la montaña. En el 2022 también pude vestir la camiseta de la Selección Colombia en los Juegos Sudamericanos y el Mundial de ciclismo, en Australia. La oportunidad de oro llegó a principios de este año, cuando fui elegido para hacer parte del GW-Shimano Sidermec".
¿En qué momento se dio cuenta que el ciclismo ya no era un hobby, sino que quería que fuera su profesión?
“Es complicado decir un momento exacto, porque cuando estaba en la Liga de Risaralda, hubo un momento en el que estaba desmotivado y estuvo cerca de dejar el ciclismo. No era capaz de seguirle el paso a mis compañeros, pero empecé a ver los esfuerzos que hacían mis padres; porque nosotros hacíamos rifas, vendíamos lechona para recoger plata. Entonces un día me aburrí y tuve un trabajo personal de tomar conciencia, empecé a tener más disciplina y eso fue lo que me ayudó. Le metí el doble de esfuerzo”.
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¿Cuáles fueron esos sacrificios y cambios que comenzó a hacer?
“Yo no era tan calidoso como otros pelados, pero esa disciplina que empecé a tener me ayudaron para mejorar. Yo cambié el chip y empecé a cuidarme en la alimentación, a dormir mejor, hacer los entrenamientos al pie, la letra de lo que mandaba el entrenador. Todos tenemos una progresión diferente y creo que la mía ha sido un poco lenta pero positiva”.
¿Qué tipo de ciclista considera que es?
“Por mi biotipo de ciclista, soy un chico delgado, me va muy bien subiendo. Pero a nivel de contrarreloj, de pronto no tengo el cuerpo ideal, pero las crono que he hecho compitiendo, me he vendido muy bien. Me gusta bastante. Yo creo que trabajando en la contrarreloj podría ser un buen corredor completo".
¿Cuáles eran sus ídolos en el ciclismo cuando era pequeño?
“A mi papá le gusta mucho el ciclismo, entonces, él siempre ponía las carreras en el televisor. Siempre me gustó la forma de correr de Alberto Contador, por su valentía. También recuerdo mucho el Giro de Italia 2017 de Nairo Quintana, en el que quedó segundo y perdió, el último día, el liderato con Tom Domoulin. A Nairo ya tuve el placer de conocerlo y compartir con él algunas charlas”.
¿Qué significa estar en el GW-Shimano, uno de los equipos que más proyecta ciclistas?
“Es muy especial, le agradezco al profe Luis Alfonso Cely por la oportunidad que me dio. Además hay tremendos compañeros como Germán Gómez, Andrés Pinzón, Santiago Umba, William Colorado, Andrés Mancipa, Jefferson Ruiz, que son corredores jóvenes. Pero también tenemos otros con experiencia que nos ayudan con Miguel Flórez y Jhonatan ‘Pácora’ Restrepo. Con 18 años y compartir con ellos, es algo muy bonito”.
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¿Qué sintió en la gira por Europa que tuvo este año?
“Era diferente a los años anteriores que había ido, porque ésta vez iba a compartir carrera con algunos WorldTour, con los que uno ve por la televisión. Yo estaba bastante asustado. Llevaba buena preparación, obviamente, pero los nervios estaban ahí. Con el pasar de las etapas uno va botando ese miedo. La Coppi Bartali fue una carrera complicada porque tuve mi primera lesión como ciclista, en una rodilla. En Europa es difícil porque todo el mundo quiere estar adelante, entonces se vive una lucha por ganar el espacio. Además que allá las carreteras son más complicadas que las de acá, porque son estrechas y son espacios en los que pasan solo dos o tres ciclistas. Supe manejar eso bien”.
¿Contó con la ayuda de alguien que lo guio?
“La persona que estuvo al lado mío fue Miguel Eduardo Flórez, era quien me decía que tenía que estar relajado, mantener la rueda, estar atento en el tema de la ubicación en el lote. Fue importante tenerlo para que me explicara cómo cuidarme a la hora de los abanicos y no tener que hacer esfuerzos adicionales. Una de las cosas más bonitas que me pasó en la gira fue cuando en el Giro de Sicilia me dieron el premio por ser el corredor más joven en haber completado la carrera desde su creación. Fue abrir mi primera champaña en un podio italiano”.
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¿Cuáles son tus sueños?
“En la actualidad los corredores de 20 o 21 años están dominando. Espero que cuando yo tenga esa edad pueda estar en Europa, ojalá en el WorldTour. Una vez esté allá, espero mantenerme porque no es algo fácil, hemos visto casos de compatriotas que se han tenido que devolver muy rápido. También quiero correr el Tour de Francia, es el grado de todos los ciclistas”.