El pasado 23 de diciembre, la vida de Amy Pieters, pedalista neerlandesa, tuvo un giro de 180 grados. Específicamente, ella sufrió una caída mientras realizaba una sesión de entrenamiento en el municipio de Calpe, ubicado en la provincia de Alicante, en España.
Tras lo sucedido, Pieters perdió su estado de conciencia y tuvo que ser trasladada a un hospital de la zona para que los médicos la operaran de una lesión en su cabeza.
A partir de ese momento permaneció en estado de coma y luego fue trasladada a Países Bajos para continuar con su proceso de recuperación.
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Entonces, a más de cuatro meses del accidente, el estado de salud de Pieters evolucionó de manera favorable.
Incluso, según un comunicado de su equipo, ya habría despertado y se estaría comunicado de manera no verbal con sus familiares.
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“Se percibe un estado de conciencia. Esto significa que Amy reconoce a las personas, entiende lo que le dicen y puede comunicarse de manera no verbal con estas”, son algunas de las palabras del escrito.
Sin embargo, también se destacó que falta más tiempo para ver las secuelas reales que le dejó este accidente.
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