Los New Orleans Pelicans jugarán las semifinales del NBA In-Season Tournament tras derrotar este lunes con autoridad y a domicilio a los Sacramento Kings por 117-127.
Los Pelicans se enfrentarán el jueves en las semifinales al vencedor del partido entre Los Angeles Lakers y los Phoenix Suns, que se disputará el martes.
En la otra semifinal se medirán los Indiana Pacers, que con un maravilloso Tyrese Haliburton eliminaron este lunes a los Boston Celtics (122-112), y el ganador del partido del martes entre los Milwaukee Bucks y los New York Knicks.
Los Pelicans, en un duelo muy intenso y emocionante, se recuperaron de maravilla tras un duro primer cuarto en el que llegaron a perder por 15 puntos y sometieron a unos Kings incapaces de darle la vuelta al marcador en el resto de la velada y que habían llegado a los cuartos de final sin derrotas en este nuevo torneo.
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Brandon Ingram (30 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias) fue el gran referente en ataque de Nueva Orleans, que metió un 54 % en tiros de campo y que también contó con 23 puntos de Herb Jones, 18 puntos y 11 rebotes de Jonas Valanciunas y 17 puntos y 7 asistencias de CJ McCollum.
El puertorriqueño José Alvarado sumó 9 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias para los Pelicans.
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En los Kings, Domantas Sabonis firmó un partidazo con triple-doble (26 puntos con 8 de 12 en tiros, 13 rebotes y 10 asistencias) y Malik Monk aportó pólvora desde el banquillo (21 puntos), pero la defensa no estuvo a la altura, el lanzamiento exterior empezó de maravilla pero acabó desengrasado (14 de 41 en triples) y De'Aaron Fox tuvo un día gris en la puntería (30 puntos con 10 de 25).
Pelicans resisten y rematan
Los Kings dieron forma a un inicio furioso con un excelente movimiento de balón (5 asistencias para Sabonis en el primer cuarto), con Keegan Murray castigando desde el triple y con Monk pidiendo la palabra desde la segunda unidad.
Con un excelente 7 de 11 desde el perímetro, Sacramento llegó a ganar de 15 puntos (32-17 con 4.27 en el reloj), pero Nueva Orleans respiró hondo, no se puso nervioso y empezó a sudar para reducir esa ventaja.
La entrada de Naji Marshall y, sobre todo, de Alvarado fue clave para cambiar el ritmo del encuentro, reforzar la defensa, forzar varias pérdidas de los locales y dejar el encuentro al final del primer cuarto en un 36-35 gracias a un potente 4-18 en los últimos cuatro minutos.
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Además, Alvarado cocinó una vez más su especialidad: un robo -esta vez a Fox- tras esconderse entre los espectadores de la primera fila para después birlarle la cartera por detrás.
Mucho más asentados y con las ideas ya claras, los Pelicans tomaron las riendas del encuentro en el segundo cuarto ante unos Kings que no encontraban la chispa y la finura del arranque.
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Además, los de Mike Brown habían perdido su idilio con el tiro exterior (1 de 7 en triples en ese cuarto) y solo Sabonis dio la cara en ese periodo con 12 puntos.
En cambio, los Pelicans tiraron de juego colectivo e Ingram y Valanciunas se alternaron para anotar y impulsar a su equipo con un 61-69 al descanso que aún habría sido más abultado si Monk no hubiera enchufado un triple sobre la bocina.
Fue una primera mitad de roces, de enganches y de juego físico. Fox se hizo sangre en un choque con Alvarado y Valanciunas y Trey Lyles se encararon y por poco llegan a las manos.
La segunda parte fue un 'quiero y no puedo' constante de los Kings, que no dejaron de intentar la remontada pero que una y otra vez se toparon con unos Pelicans muy sólidos.
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Un mate de Zion Williamson puso el +15 para los visitantes ante una defensa de Sacramento llena de grietas.
Sin embargo, un parcial de 19-8, con Murray y Sabonis liderando la carga, situó a los Kings a solo 4 puntos y ya con la machada al alcance.
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Quizá lo más impresionante de los Pelicans esta noche fue la serenidad y el aplomo con el que afrontaron esos momentos delicados y ese fue un ejemplo perfecto, ya que con un triple de Ingram y una penetración de Alvarado los de Nueva Orleans se fueron con un colchón notable al último cuarto (91-100).
La historia se repitió en el desenlace. Monk, con un triple sensacional, dejó a los suyos a solo 5 puntos. Pero Ingram, un seguro de vida durante toda la noche, echó un nuevo jarro de agua fría a las aspiraciones de los Kings.
El público de Sacramento estaba esperando el mínimo estallido para explotar y llevar en volandas a los suyos a un triunfo épico, pero la diferencia no bajó nunca de los 5 puntos en el último cuarto y los Pelicans dejaron mudos a los fans de los Kings.