Con máxima igualdad en el luminoso entre los Lakers y los Mavericks, fue el alemán Maxi Kleber quien decidió la victoria de Dallas este viernes (110-111) con tres tiros libres a falta de 7 segundos y un extraordinario triple sobre la bocina que rompieron el corazón al equipo angelino, en la NBA.
El teutón fue el verdugo inesperado de los Lakers y terminó con 10 puntos, 6 de los cuales los convirtió en los últimos siete segundos del encuentro.
Junto a él destacó en su regreso Kyrie Irving con 38 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias.
En los locales, Anthony Davis se fue hasta los 26 puntos y 10 rebotes, pero cometió varios errores graves en el desenlace, y el banquillo aportó mucho con 50 puntos entre todos.
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En encuentro marcado por las ausencias de los lesionados LeBron James y Luka Doncic, los Mavericks lograron una victoria crucial en la lucha por los playoff del Oeste y ganaron el desempate a un rival directo.
Dallas metió 16 de 34 en triples frente al triste 5 de 20 de los Lakers, que además sufrieron en los tiros libres (19 de 31).
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ESTILOS CONTRAPUESTOS
El primer cuarto mostró dos estilos distintos: unos Lakers más compensados, con hasta ocho hombres anotando, y unos Mavericks más dependientes del acierto en el triple y con 8 puntos de Tim Hardaway Jr.
La garra y el liderazgo de Davis fue diferencial en el comienzo del choque. Dominó el rebote con 4 capturas y anotó 8 puntos al finalizar el primer cuarto con unos Lakers que también disfrutaron de unos excelentes minutos de Wenyen Gabriel (33-29).
El segundo cuarto fue el momento de asumir su responsabilidad para Irving: sumó 10 puntos en este tramo de encuentro y lideró a los suyos, que mantuvieron el acierto desde el perímetro y dieron la vuelta al marcador.
Un parcial de 0-10 para los Mavericks les puso en ventaja a mitad del periodo, que cerró Davis Bertans con dos triples consecutivos.
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Seguía existiendo un contraste enorme y decisivo en los lanzamientos exteriores ya que los Lakers no acertaron ninguno de los seis que intentaron en el segundo cuarto.
Así, los de Jason Kidd conservaron el ritmo anotador y alcanzaron el descanso mandando por 54-62.
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KLEBER SENTENCIA
Un triple lejano de Irving puso en la reanudación el 54-68, la máxima renta del encuentro. Cada triple valía oro teniendo en cuenta que fue un periodo de buenas defensas en ambos lados de la pista.
Los Lakers no lograron encontrar la fórmula para reducir la renta en contra hasta que, precisamente con Davis sentado, un triple de Rui Hachimura completó un 11-3 que puso a tres puntos a los locales (76-79) a tres minutos para concluir el cuarto.
El banquillo de los Lakers fue clave con jugadores como Austin Reaves, Gabriel y el propio Hachimura, que aportaron 9 puntos en esos pocos minutos.
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Pero los triples seguían cayendo del lado texano y, a 12 minutos del final, Dallas volvió a dominar con distancia (80-89).
Los Lakers tuvieron una gran salida en el último periodo con un parcial de 12-5 en apenas tres minutos con buenas defensas y juego interior. Con Davis y cinco puntos de casta bajo el aro además de Reaves penetrando con agresividad, los locales se hicieron fuertes y regresaron al partido.
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A siete minutos para la conclusión, otra canasta de Reaves le devolvió el control a los Lakers (97-96), algo que no sucedía desde mediado el segundo cuarto. El pabellón angelino se vino arriba al ver además que, en la siguiente acción, Irving cometió su quinta falta.
Comenzó entonces otro partido, con los Lakers dominando y mostrando su mejor versión en ambos lados de la cancha.
Los angelinos controlaron el partido pero nunca llegaron a romperlo y así fue como se complicaron en exceso en el último suspiro.
Con +4 para los de púrpura y oro, una malísima falta de Davis sobre Kleber mientras intentaba un triple a siete segundos para el final mandó al alemán a la línea, que metió los tres y dejó un apasionante 109-108.
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No replicó Davis al otro lado de la pista ya que falló uno de los dos que tuvo y colocó a los Mavericks con la posible victoria en la última posesión con 110-108 y seis segundos por jugarse.
La última bola fue para Irving, que botó y botó sin encontrar un tiro claro y que pasó la pelota al propio Kleber, que a 0.5 segundos para el final se levantó y metió un triple fantástico para convertirse en el héroe de los Mavericks.
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