Los Boston Celtics fulminaron este lunes a los Dallas Mavericks en las Finales de la NBA y alcanzaron un récord de 18º títulos, en un triunfo comandado por la potente y armónica dupla que conforman Jayson Tatum y Jaylen Brown.
Socios desde hace siete temporadas, la química a prueba de bomba entre los 'Jays' ha sido la base del primer anillo de los Celtics desde 2008, con el que adelantaron a sus históricos rivales Los Angeles Lakers y se instalaron en la cima de los equipos más ganadores de la historia.
Tatum, que jugará con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París, es considerada la estrella de la franquicia pero este lunes fue Brown quien se quedó con el codiciado premio MVP (Jugador Más Valioso) de las Finales.
LOCURA TOTAL DE PAYTON PRITCHARD. PALIZA DE CELTICS. pic.twitter.com/qBRut8YBGP
— VarskySports (@VarskySports) June 18, 2024
"Fue un esfuerzo de todo el equipo y comparto esto con mis hermanos y mi socio, Jayson Tatum, que ha estado siempre conmigo. Así que lo compartimos juntos", declaró el alero al recoger el trofeo bajo los aplausos del TD Garden de Boston.
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Tatum, que ha sido cinco veces All-Star a sus 26 años, ya se había avanzado a esta posibilidad el fin de semana cuando subrayó que su objetivo era el ansiado campeonato.
El MVP "es importante, pero no es lo principal", dijo Tatum a ESPN. "Ni Isiah Thomas, ni Tim Duncan ni Larry Bird ganaron siempre el MVP. Steph Curry sólo tiene uno y Kobe (Bryant) ganó dos en sus cinco campeonatos".
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"Como competidor, quieres ganar y conseguir todo lo que se te ponga por delante, pero no me entristecería lo más mínimo si no ganara el MVP de las Finales. Estaría extasiado sólo por ganar las Finales", aseguró.
Tatum y Brown tomaron así el testigo de los grandes íconos de la franquicia verde. Bill Russell fue el pionero ganando su primer título en 1957 y hasta diez más en una gloriosa etapa que cerró en 1969.
John Havlicek encabezó los siguientes triunfos en 1974 y 1976 antes de la última etapa dominante del mítico Larry Bird, que amplió la vitrina en 1981, 1984 y 1986.
Desde entonces, la exigente y orgullosa afición de Boston ha navegado por décadas de frustraciones con la única alegría hasta ahora del anillo de 2008, protagonizado por Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen.
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