Aston Martin recuperó la moral este domingo y celebró por todo lo alto el octavo podio de la temporada para el español Fernando Alonso, que se impuso en un espectacular mano a mano al mexicano 'Checo' Pérez (Red Bull) en el Gran Premio de São Paulo.
Fueron 0,053 milésimas de segundo. Esa fue la distancia en línea de meta entre el bicampeón mundial y un 'Checo' que se tuvo que conformar con la cuarta posición después de intentar pasar al genio asturiano de todas las formas posibles durante diez vueltas de infarto.
Un final apoteósico que desató la locura en el box de la escudería de Silverstone. Hasta el propio Max Verstappen (Red Bull), vencedor de la carrera, reveló que casi se sale de la pista en las últimas vueltas por seguir en las pantallas del circuito la batalla entre Alonso y 'Checo'.
"Cuando vi esa lucha en la recta, casi me salgo de la pista en la curva 4", confesó el triple campeón mundial a los medios.
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Los mecánicos celebraron el tercer puesto como si hubiera llegado la ansiada 33.
Fue el colofón a otra exhibición de Alonso, quien vive una eterna juventud a sus 42 años de edad, en el circuito de Interlagos, el trazado en el que festejó sus dos títulos mundiales (2005 y 2006).
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En medio de sus declaraciones, Sergio 'Checo' Pérez sorprendió a Alonso, pues lo saludó y le dio un inmenso abrazó, dando cuenta de lo que bien que se llevan y el respeto que se tienen.
Sharing a hug after sharing an intense battle 🥰
— Formula 1 (@F1) November 6, 2023
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El recuerdo de Ímola 2005
El épico pulso entre el español y el mexicano recordó en la distancia al que protagonizó allá por 2005 en el Gran Premio de San Marino con el siete veces campeón alemán Michael Schumacher, en el trazado de Ímola.
"En 2005 fue probablemente más fácil porque ahora está el DRS y eso lo hace un poco diferente. Además, el manejo de los neumáticos hoy es muy diferente", señaló Alonso en la rueda de prensa posterior a una carrera que ganó el de siempre, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), por delante del británico Lando Norris (McLaren).
A la llegada de Alonso a la zona del podio, los mecánicos le abrazaron de forma efusiva. Ya subido al cajón estuvo eufórico, con los brazos en alto y una sonrisa de oreja a oreja.
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Luego firmó autógrafos a un grupo de aficionados en el pit-lane y se sacó una foto con el equipo, pues el canadiense Lance Stroll también sumó puntos al acabar en una meritoria quinta posición, por delante del Ferrari del español Carlos Sainz.
"Ha sido una carrera muy intensa. No hubo tiempo para relajarse, había que guardar los neumáticos, guardar las baterías....", explicó.
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Aire limpio, una de las claves
El acoso y derribo del piloto mexicano duró unas diez vueltas. Alonso señaló como una de las claves de su resistencia numantina el hecho de tener aire limpio por delante.
"Eso fue bueno para mí y luego está el manejo de los neumáticos", añadió.
El dos veces campeón mundial con Renault llegó a dar por perdido el podio cuando Checo le rebasó en la penúltima vuelta.
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Pero en el último giro se dio cuenta que el mexicano frenó "un poco tarde" en la curva 1 y por eso lo intentó en la 4 por fuera.
El tercer puesto con sabor a victoria de Alonso llega después de dos abandonos "muy dolorosos" en Austin y México.
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El piloto asturiano reveló en rueda de prensa que el equipo analizó la situación "de forma profunda" y solo así consiguieron "volver más fuertes" en Interlagos.
"Fue muy bueno ver a todo el mundo muy concentrado y muy determinado, ver a todo el mundo unido en la misma dirección", dijo orgulloso.
"Estoy ansioso por ir a Las Vegas", sentenció.