El británico Oliver Bearman, que tuvo que suplir a última hora al volante de un Ferrari al español Carlos Sainz Jr, operado el viernes de apendicitis, tardará en olvidar su debut en Fórmula 1 al terminar séptimo en su primer Gran Premio, este sábado en Arabia Saudita.
Bearman, quien se convirtió con 18 años, 10 meses y un día en el tercer piloto más joven de la historia en participar en un GP de F1 después de Max Verstappen y Lance Stroll, firmó una buena actuación después de haber partido desde el undécimo puesto de la parrilla de salida.
"Fue una carrera muy bonita. Crecí mirando a la mayoría de los pilotos, es increíble haber compartido la pista con ellos. Sorprendentemente yo no estaba demasiado nervioso. Hicimos un buen trabajo hoy (sábado)", declaró Bearman ante una nube de periodistas.
Gracias a su séptima posición, el británico, inscrito en F2 esta temporada, se anotó los seis primeros puntos de su carrera en la categoría reina del automovilismo, ante la mirada de Sainz, quien abandonó el hospital para presenciar la carrera de este sábado en el garaje de Ferrari.
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"Hizo un trabajo increíble, ser séptimo en tu primera carrera en F1 es muy impresionante", afirmó Charles Leclerc sobre su compañero adolescente. "Es sólo una cuestión de tiempo que llegue a la F1 a tiempo completo", añadió Leclerc, tercero en la segunda carrera del año, en Yeda, detrás de los dos Red Bull.
'Un trabajo excepcional'
Este sábado, el joven británico apareció sonriente y distendido ante decenas de periodistas y fotógrafos congregados delante de su monoplaza con el número 38.
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Bearman había descubierto el SF-24 durante la tercera sesión de ensayos libres del viernes por la tarde, unas horas antes de ser undécimo en las calificaciones, donde se quedó a 36 milésimas de meterse en la Q3 y figurar así en el top-10 de la parrilla de salida.
Antes de este fin de semana, Bearman, uno de los tres pilotos reserva de la 'Scuderia', había disputado sólo dos sesiones de ensayos en F1, al final de la temporada pasada al volante de un monoplaza Haas.
"Seguro que ha hecho un trabajo excepcional el fin de semana. Nunca había tomado una salida, nunca un pit stop (...) Pero todo fue bien. No cometió un solo error, no tocó un muro", lo alabó Frédéric Vasseur, el patrón de Ferrari.
Sainz recuperará su volante en dos semanas en Melbourne, tercera prueba de la temporada, mientras que Bearman bajará un escalón para competir en Fórmula 2.
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