Fórmula 1: Sergio Pérez y sus gestos de frustración, tras retirarse en el GP de México

Había una fiesta preparada, a lo largo de la semana se vivió una expectativa impresionante, todos quería ver a su ídolo en casa y más si había posibilidades de victoria. Sin embargo, todo se derrumbó en poco tiempo. Recién en la primera curva, tras la largada del Gran Premio de México, el piloto Sergio Pérez chocó chotra Charles Leclerc y su ilusión se acabó.

La partida de la carrera fue muy apretada. Max Verstappen logró hacerse un espacio y se ubicó en medio de los dos autos de Ferrari, en busca de la primera posición. Con su agilidad y una gran maniobra, lo consiguió, pero las miradas se fueron a otro lado, donde 'Checo' libraba una batalla mano a mano con el monegasco, donde ninguno quería ceder terreno.

Finalmente, quien llevó la peor parte fue el corredor local. Su auto salió disparado, sufrió varios daños y regresó rápido a los boxes. No quería bajarse. Su rostro era de frustración y tristeza. Por eso, pidió a los mecánicos que revisaran el auto y miraran hasta el más mínimo detalle, guardando la esperanza de poder volver a la pista. Quería cumplirle a su gente.

No obstante, no había nada que hacer. Luego de un chequeo era imposible continuar. Razón por la que Sergio Pérez no tuvo más remedio que bajarse, poner sus manos sobre el rostro y expresar, con varios gestos, su dolor. No era para menos porque lo que más deseaba, soñaba y se había preparado, era para ganar este Gran Premio de México, de Fórmula 1.

Como si fuera poco, su segundo lugar en la clasificación mundial de pilotos no está asegurada. Razón por la que esa lucha con Lewis Hamilton (Mercedes) y Fernando Alonso (Aston Martin) se volvió a abrir. Se avecina un mano a mano increíble en este remate de la actual temporada de Fórmula 1. Recordemos que Max Verstappen ya se había coronado campeón.