En el barrio Eduardo Santos, oriente de Santiago de Cali, un hidrante fue blanco de la indisciplina social. En plena pandemia deCOVID-19 y toque de queda, cientos de personas usaron el agua potable para bañarse y aglomerarse, sin mostrar respeto por las autoridades ni las normas de bioseguridad.
El brigadier general, Manuel Vásquez, comandante de la Policía de Cali habló sobre esta situación que pone en riesgo la vida de las personas.
“Es un hecho de indisciplina que reunió a más de 300 personas y terminó involucrando hasta a niños que usaron de manera indebida el bien público. La Policía intervino y dispersó la aglomeración”, narró el comandante.
En el mismo sector, los uniformados intervinieron otra aglomeración que se registró en la noche del 1 de enero de 2021.
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Aunque en comparación con otras fechas, la indisciplina tuvo una reducción considerable, no faltaron las fiestas y algunos irresponsables que se negaron a cumplir el toque de queda y la ley seca.
Esta situación se evidenció con más frecuencia en el sector de Puerto Mallarino, lugar en el que decenas de personas deambulaban en la vía pública sin respetar el distanciamiento social ni las medidas sanitarias.
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“Hemos atendido unas 150 fiestas, hemos desarticulado pequeñas reuniones en el espacio público, actividades que no están permitidas”, narró Carlos Rojas, secretario de Seguridad de la capital del Valle del Cauca.
Desde la noche del 31 de diciembre la Policía ha atendido más de 3.500 requerimientos e impuesto cerca de 500 comparendos.
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Pese a que algunos caleños insisten en seguir la indisciplina, las autoridades calificaron como positiva la primera parte de la jornada de toque de queda y ley seca, que estarán vigentes hasta el domingo 3 de enero de 2020 al mediodía.