En zona rural de Tibú, Norte de Santander, fue entregado un puesto de salud por parte de las disidencias de las FARC. Hay polémica porque no es la primera vez que el grupo criminal entrega obras que deberían ser levantadas por el Gobierno.
La edificación fue construida en Puerto Barranca, zona rural de Tibú, en Norte de Santander.
“Esto lo que demuestra es que la presencia institucional no llega a los territorios más apartados del país y terminan siendo estos grupos armados ilegales los que suplen las necesidades de las comunidades. Un llamado de atención sin duda para el Gobierno nacional, para las autoridades locales, departamentales y municipales, para que presten atención”, dijo Jhon Jácome, docente y analista político.
Para el presidente de la Asamblea del Norte de Santander, Rafael Cáceres, es “lamentable que un actor que no está dentro del marco de la legalidad esté haciendo este tipo de actividades. Debería ser el Estado el que esté allá y, de hecho, en el plan de desarrollo que estamos estudiando y que el próximo viernes será una ordenanza al departamento, se contempla hacer presencia en los diferentes sectores más remotos”.
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No es la primera vez que las disidencias de las FARC hacen este tipo de entregas. A mediados de abril, el grupo criminal inauguró un colegio en Caquetá al que querían ponerle el nombre del guerrillero Gentil Duarte.
Ante esta polémica entrega de las disidencias de las FARC, el presidente de la Asamblea dice que con el nuevo plan de desarrollo se “busca en lo posible suplir esa falencia y llegar institucionalmente allá. Debe ser el Estado el que llegue a brindarles a los colombianos esas oportunidades de salud oportuna, eficiente”.
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Ni Policía ni Ejército se han pronunciado sobre la entrega al puesto de salud por parte de los delincuentes en Tibú.