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Un incendio en Tocaima, Cundinamarca
, tiene en vilo a los habitantes de ese municipio que ven cómo las llamas están consumiendo la vegetación nativa, afectando a los animales y a la población.
El trabajo de los bomberos para apagar el incendio en Tocaima ha si arduo, pero la comunidad dice no dan abasto y solicitan el apoyo de más organismos de socorro para poder controlar esta conflagración.
Por ahora se desconoce el origen del incendio en Tocaima, pero habitantes de varias veredas afirman que las llamas están muy cerca de las viviendas.
Un voraz incendio en Cali , en Altos de Menga, fue controlado luego de 16 horas. Más de 150 bomberos arriesgaron su vida para controlar las llamas -avivadas por ráfagas de viento- que afectaban las montañas que rodean barrios como La Campiña, Chipichape y El Bosque. Las mismas se convirtieron rápidamente en una amenazante columna de fuego.
“Catastrófico porque era un fuego que ni siquiera era como naranja, sino rojo. Yo vivo justo atrás de un monte y lo veíamos tan cerca, el sonido de los árboles causó que saliéramos de la casa”, contó Laura Rentería, habitante de la zona.
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Mientras que en la cabeza del incendio en Cali y distribuidos en múltiples puntos los bomberos combatían las llamas, desde la parte baja, decenas de vecinos realizaban cadenas humanas con baldes cargados de agua para tratar de mitigar el fuego que devastaba todo a su paso.
“De verdad tenaz, de verdad. Toda la loma, todo se quemó”, señaló otra persona que veía con impotencia cómo el incendio en Cali consumía la vegetación.
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Pese al heroico esfuerzo de más de 150 bomberos, el incendio que había empezado en Altos de Menga a las 9:50 de la mañana, 12 horas después, permanecía fuera de control. Las llamas generaban pánico y el panorama era devastador.
El cabo Marco Gómez, jefe de telemática de Bomberos de Cali, dijo que “lamentablemente para el medio ambiente, para la naturaleza y la parte silvestre ha sido desgarrador, hemos encontrado ya animales fallecidos”.
A la medianoche, todavía con algunos focos activos y arriesgando su vida, los bomberos permanecían en el sector, mientras que la solidaridad de muchos caleños, que llegaron con agua y comida, alentaba su labor.
“Decidimos cerrar nuestros negocios y venirnos para acá a colaborar por nuestros hermanos vallecaucanos”, explicó el ciudadano Felipe Giraldo.
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A pesar de tener todas las condiciones en contra y preverse que el incendio en Cali no iba a poder ser contenido, a las dos de la madrugada, después de 16 horas de esfuerzos, las llamas fueron sofocadas.
Gestión del Riesgo calcula que la mayoría de los incendios han sido provocados. Alcaldía de Cali ofrece recompensa de hasta 50 millones de pesos para dar con el paradero de los responsables.
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