Volcán Puracé está en alerta naranja: "La actividad volcánica continúa evolucionando"

El Servicio Geológico Colombiano, SGC, informó que, debido al incremento de actividad sísmica en el volcán Puracé, en el departamento del Cauca, se cambió el nivel de alerta de amarilla a naranja.

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"La actividad volcánica continúa evolucionando a niveles mayores que los registrados anteriormente, y por ello se determina el cambio de estado de alerta", explicó el Servicio Geológico Colombiano.

Desde hace meses, el volcán Puracé ha venido incrementando su actividad sísmica, sin embargo, a finales de abril el SGC anunció el estado de alerta amarilla, el cual, días después, escaló a naranja.

De acuerdo con la entidad, se ha venido registrando "un incremento súbito en la actividad sísmica de este volcán, en el número de eventos y en la energía liberada, tanto de sismos asociados al fracturamiento de rocas, como a los asociados con la actividad de fluidos al interior".

Así mismo, explicaron que, mientras el volcán Puracé esté en estado de alerta naranja, pueden presentarse fluctuaciones en su actividad, pero esto no querrá decir que volvió a un nivel estable.

"Se recomienda a la comunidad en general no acercarse a la zona del cráter, ya que con el nivel de actividad actual del volcán Puracé, se corre un gran riesgo de ser afectado por gases o emisiones de ceniza que puedan ocurrir repentinamente", recomendó el Servicio Geológico Colombiano.

Ante el cambio de alerta, la Gobernación del Cauca informó que desde el Comité Nacional para el Manejo de Desastres del departamento se está realizando seguimiento constante a las estrategias de prevención y atención correspondientes.

¿Qué significa la alerta naranja?

Según el Servicio Geológico Colombiano, el estado de alerta naranja significa que el volcán Puracé puede presentar aumentos de sismicidad de moderados a altos, que pueden estar asociados a la dinámica de fluidos o a fracturas de rocas al interior del volcán, a la deformación considerable de la superficie, a cambios importantes en los niveles de desgasificación y al aumento de las alturas de la columna de vapor de agua y gases.

Esto puede causar emisiones de ceniza frecuentes que no afectan el diario vivir, explosiones, incandescencias, anomalías térmicas, ruidos, sismos sentidos, olores fuertes en zonas cercanas al volcán, precipitación de azufre y liberación de gases magmáticos que afecte a pequeños animales.

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