Debido a la creciente ola de robos en Bogotá,
son numerosos los conductores que han preferido instalar vidrios polarizados en sus carros para que los delincuentes no vean quién maneja ni qué lleva a bordo.
Recalcan que no es cuestión de moda. Mónica Pardo, por ejemplo, le contó Edward Porras, el Ojo de la Noche de Noticias Caracol, que “ando con mi familia. Un día iba con mi mami y mi perrita, y me rompieron el vidrio de donde venía mi mami porque yo no tenía vidrio oscuro, yo lo tenía con la película, y me robaron el celular, me la agredieron a ella”.
Esta madre de familia asegura que la oscuridad en su carro le ha servido para que los delincuentes ni se le arrimen, porque, según ella, a “uno de mujer que anda en las calles conduciendo, cuando (los ladrones) la ven a una mujer, entonces se le mandan a robarle los espejos, a romperle los vidrios por los celulares”.
Henry Buitrago, conductor de aplicación, también se cambió a vidrios polarizados porque él y sus pasajeros han quedado expuestos.
Recordó que a él le “rompieron el vidrio por robarme el celular, que siempre lo cargo en la parte delantera porque trabajo en aplicaciones. Desde afuera se veía la luz del celular. Me rompieron el vidrio del pasajero. Incluso al pasajero me le pegaron una puñalada. A raíz de esto tuve que mandar a polarizar el carro para evitar que se viera tanto desde la parte externa al interior de mi vehículo”.
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La mayoría de conductores usa los vidrios polarizados porque temen que por un bolso o un celular puedan hasta quitarles la vida, ya que los ladrones “ven qué está pagando en el carro, los celulares, quién va dando papaya con eso”, señala Ánderson Velandia.