Un video probaría cómo las disidencias de las FARC están reclutando niños en varias poblaciones de Caquetá, con más casos denunciados en el país, según la Defensoría del Pueblo. Las imágenes de la estructura Carolina Ramírez, al parecer, fueron grabadas el 6 de febrero de este año.
En los últimos cuatro años se han registrado 519 casos de reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, según la unidad de víctimas.
Aunque en 2021 se reportaron 83 denuncias, se teme que la cifra sea mayor, pero la gente no habla por miedo a represalias de los grupos armados.
Según la Defensoría del Pueblo, los departamentos en los que más están reclutando niños son: Caquetá con 33 menores de edad, Cauca con 18, Antioquia con 9, Putumayo registra 10 y Tolima 8.
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El 24% de los pequeños llevados a la fuerza pertenece a algún grupo étnico, el 4% es afrodescendiente y el 20% es de pueblos indígenas.
El 83% de este reclutamiento se ha dado en zonas rurales.
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Las disidencias de las FARC son las principales responsables de este flagelo, con un 68,3% de los casos; el ELN le sigue con el 6,5%, el 4,7% lo tienen las autodefensas y el 8,4% restante otros grupos armados.
Solano, Curillo y Cartagena del Chairá son los municipios de Caquetá donde más están reclutando niños.
Carlos Mario Carvajal, personero de Solano, afirma que en el municipio, “a causa principalmente de la disputa territorial que se desarrolla en la frontera del Caquetá y Putumayo entre las FARC y los comandos de frontera, se vienen presentando reclutamiento de menores de edad e intentos de reclutamiento de menores de edad, especialmente en las comunidades indígenas del Bajo Río Caquetá”.
Dayro Alexánder Sánchez, personero de Curillo, señala que “siempre existe un riesgo y una preocupación por parte de los padres de familia al momento de enviar a sus hijos en el área rural a recibir sus clases de manera presencial”.
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Según la Defensoría del Pueblo, en la región ya se han emitido tres alertas tempranas ante la difícil situación que se vive en la zona por la presencia de grupos al margen de la ley.
Pero en Chocó la situación no es muy diferente. El líder indígena Plácido Bailarín denuncia que en municipios como El Alto Baudó, Lloró, Nuquí, Medio San Juan, Litoral del San Juan, Nóvita, Sipí y San José del Palmar, el ELN y el Clan del Golfo están reclutando niños.
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Sostiene que “cuando llevan a niñas menores de edad y las autoridades indígenas van detrás de estas personas a recuperarlas, si son hombres, entregan sin ningún tipo de dificultades, pero si son niñas las dejan unos días allá con ellos y después las entregan”.
Para monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de la diócesis de Quibdó, estos grupos ilegales ponen “realmente ponen en condición de exterminio a las comunidades étnicas”.
La madre de un menor asesinado aseguró que su hijo “perdió la vida porque él no quiso acceder a lo que esas bandas delictivas querían, que él estuviera metido en su gremio”.
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