Ibagué enfrenta el primer pico de la cifra de contagios del COVID-19, la tasa de ocupación de sus UCI está por el 84 por ciento y ante esa situación, autoridades y personal médico llaman al autocuidado. Entre ellos, el pediatra Edwin Murcia, quien tiene un testimonio esperanzador.
A sus 39 años, estaba dedicado a salvar las vidas de los más pequeños, pero el virus lo contagió y de un día para otro se vio hospitalizado y luego trasladado a una UCI.
“Inicialmente me hospitalizan y al siguiente día, mi condición se empeora y me tienen que trasladar a la UCI”, relata.
Estuvo durante siete días en un delicado estado de salud.
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“Además de estar en una unidad de cuidados intensivos, ves pacientes que ingresan, otros que salen muertos, es difícil pensar que puedes ser el próximo”, señala.
Volver a ver a sus hijos y su esposa lo llenó de fuerza para superar el virus.
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“Solo pedía más tiempo con mi familia, quería estar con mis hijos, verlos crecer”, dice.
Ya superó la enfermedad, pero el COVID-19 dejó una marca imborrable en su vida, un tío murió por el coronavirus.
Ahora lucha con otros profesionales por salvar la vida de los pacientes más complejos del COVID-19 y pide usar los tapabocas, lavarse las manos y mantener la distancia social, pues Ibagué enfrenta su primer pico de contagios en la pandemia.
De hecho, la Clínica El Limonar, habilitada para pacientes COVID-19, está a punto de llegar a su máxima capacidad.
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