En Medellín, videos de cámaras de seguridad muestran la crudeza con la que operan los ladrones para apoderarse de un celular o cualquier elemento de valor, incluso por encima de la vida de sus víctimas.
Daniel Alejandro Amaya Uribe, de 37 años, fue asesinado con arma de fuego el pasado 21 de octubre en el corregimiento de San Cristóbal, donde le robaron su motocicleta, como lo confirma el informe diario de homicidios de la Secretaría de Seguridad.
Pese al informe y a que las investigaciones de la Fiscalía señalan el hecho como un hurto, la Policía tiene otra versión, pero no atendieron al requerimiento de una entrevista.
Según el mismo informe, de las 326 personas asesinadas en Medellín, durante lo corrido del año, 27 son relacionadas con hurto, de las cuales 12 eran víctimas, 4 victimarios y el resto por establecer.
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“Primero asesinan a la persona y después cometen el delito. Un aparato judicial que no previene, no disuade, no intimida a los delincuentes en esta oleada que estamos viviendo, no le tienen miedo a la justicia y es supremamente grave”, manifestó Jhon Marulanda, experto en seguridad.
Las zonas más afectadas por este delito son La Candelaria, el corregimiento de San Cristóbal, Belén, Laureles, Guayabal y El Poblado.