En las calles de Cali, un conductor del MIO
fue brutalmente agredido en medio de un caso de intolerancia. Un pasajero, que ya está capturado, lo golpeó con una botella en la cara porque no manejaba más rápido.
En un video que circula en las redes sociales se aprecia el momento en el que el conductor del MIO, con el rostro cubierto de sangre, recibe la ayuda de otros ciudadanos que están afuera del bus.
“Me dio porque venía muy despacio”, aseguró el conductor mientras de su cara seguía emanando sangre.
Una mujer que estaba en el lugar puso sobre la herida un trozo de papel para intentar detener la hemorragia.
En su cuenta de Twitter, Metrocali rechazó el hecho y reveló que el joven agresor fue capturado de manera oportuna.
“El señor madrugó ayer a prestar su servicio y recibió un botellazo en la cara por parte de un usuario que le pedía ir más rápido. Desde Metrocali rechazamos cualquier tipo de violencia contra nuestros conductores. Afortunadamente la víctima está fuera de peligro y el agresor fue detenido”, trinó la entidad, que pidió que sobre el usuario violento caiga “todo el peso de la ley”.
Metrocali, además, recalcó que la detención de esta persona fue posible “gracias a las cámaras internas de videovigilancia del bus y a las denuncias de los usuarios”.
En las redes sociales, los internautas aseguraron que este tipo de situaciones son por la falta de seguridad al interior de las estaciones.
Otros casos de intolerancia
En Ciudad Bolívar, en el barrio El Paraíso, sur de Bogotá, un bus del SITP
fue vandalizado por un usuario que, según la denuncia de los mismos trabajadores del sistema de servicio público, se molestó porque le pidieron que pagara el pasaje.
De acuerdo con lo informado, el ataque ocurrió el martes 25 de abril en la mañana.
Un pasajero abordó el bus del SITP, pero presuntamente no canceló el viaje, por lo que el conductor le pidió que por favor pasara la tarjeta Tullave
y pagara.
Al parecer, al usuario no le gustó lo que le dijo el funcionario del bus del SITP, por lo que se bajó del vehículo, agarró un palo que encontró cerca y empezó a romper todos los vidrios del vehículo.
El conductor alcanzó a escapar, pero afirman que en menos de una semana es el segundo caso que ocurre en Ciudad Bolívar contra un bus del SITP.
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