El jueves a las 8:00 de la noche iniciaron el toque de queda y la ley seca en Cundinamarca y algunos alcaldes salieron a las calles a vigilar que las medidas se cumplieran.
Uno de ellos fue Jairo Hortúa Villalba,, mandatario de Fusagasugá, quien con megáfono en mano llamó la atención de los habitantes, particularmente la de una mujer de 70 años que departía en un lugar donde había otras personas sin tapabocas.
“¿Con 70 años y no se cuida, sumercé?”, le recriminó el mandatario luego de conocer su edad; además, les recordó que habrá tiempo para bailar después, pero ahora es momento de cuidarse del COVID-19 .
Por su parte, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, habló de la ocupación de camas UCI en el departamento e hizo una claridad.
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“Es importante entender que no se puede hablar de un municipio particular porque no solo atiende a su población sino a la de municipios vecinos. En Chía, por ejemplo, no hay camas UCI, pero sus habitantes pueden ser atendidos en Tocancipá, en Sopó, donde abrimos camas UCI, y en Zipaquirá”, indicó.
“Cundinamarca está a un 78% (de ocupación de camas UCI), Girardot, que tenía una ocupación casi del 100%, hoy la tiene al 73% porque hemos hecho una expansión de camas”, agregó.
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Además, ante la decisión del Distrito de dejar abierta la posibilidad de que los residentes en Bogotá se vayan a municipios aledaños, dijo: “Hemos insistido de poder generar espacios de reactivación económica, tenemos una situación controlada. Si bien ayer salieron cerca de 100 mil vehículos, también ingresaron cerca de 75 mil, una cifra muy alta para la misma fecha respecto del año anterior, es decir que muchos bogotanos decidieron regresar antes de que acabe el puente de Reyes”.
Y destacó: “Lo importante no solo es hablar de camas UCI, sino evitar llegar a ellas, por eso es importante mantener las medidas de lavado de mano, distancia física y uso de tapabocas”.
En el último reporte de COVID de Minsalud, se conoció que en Cundinamarca hubo 902 nuevos casos confirmados de contagio.