¡Una burla! Islas sumergidas y hasta cementerios ofrecen jefes paramilitares para reparar a víctimas

Hombres como ‘el Mellizo’ tienen una playa escriturada a su nombre. Otros postularon torres eléctricas para resarcir los daños.

Playas, torres eléctricas, islas sumergidas y hasta cementerios han ofrecido los jefes paramilitares para reparar a las víctimas. Estas sorprendentes ofertas quedaron en evidencia con una playa de San Bernardo del Viento, Córdoba, y que era conocida como Playa del Viento, que para sorpresa de la justicia tiene hasta matrícula inmobiliaria y aparece a nombre del exparamilitar Miguel Ángel Mejía Múnera, conocido con el alias de ‘el Mellizo’.

Tras estudiar el caso, la Corte Suprema de Justicia señaló que bajo ninguna circunstancia una playa puede ser ofrecida para reparar a las víctimas ya que es un bien público: "los terrenos de bajamar pertenecen a la nación".

La afirmación de la corte fue corroborada por la capitanía de puerto de Coveñas. “Este predio es un bien de uso público que es inalienable, imprescriptible, inembargable”, indicó el capitán Álex Melo, el director de la corporación.

Lo que aún no es claro es cómo pudo alias ‘el Mellizo’ escriturar la playa a su nombre. El alcalde de San Bernardo del Viento tampoco tiene la respuesta. “El IGAC maneja una información y la corte maneja otra”, señaló Élber Luis López.

Este caso en particular ayudó a dejar al descubierto que los paramilitares ofrecieron redes eléctricas para reparar a sus víctimas como las ubicadas en Yacopí, en Cundinamarca; en Sonsón, Antioquia y en Puerto Gaitán, Meta, donde se observa toda una infraestructura de cableado.

Además, ofrecieron hasta un cementerio en Sonsón, entregado por Luis Eduardo Zuluaga, alias ‘Maguiver’ de las Autodefensas del Magdalena Medio, cuya extensión es de 5.563 metros cuadrados.

Ramón Rodríguez, director de la Unidad de Víctimas, ha detectado un modus operandi para apoderarse de este tipo de bienes. “Encontramos notarías donde se prestó la situación para que se hicieran las escrituras”.

En lugar de reparar a las víctimas, bienes como playa y el cementerio, que aparecen escriturados a nombre de particulares, obligan al Estado a dirimir conflictos de propiedad sobre lo que por ley le pertenece.