Botellas, vasos, platos, cubiertos y bolsas plásticas, a todos los seguimos enterrando sin saber el abanico de posibilidades que ofrecen para salvar al planeta.
Hace 50 años apareció la idea del reciclaje. Su éxito radica en evitar que la mayor cantidad de material aprovechable termine en rellenos sanitarios o botaderos, algo que se denomina economía circular: reducir, reciclar y reutilizar.
Sin embargo, el economista Hernando José Gómez afirma que estamos lejos de ese modelo, “porque cuando se diseñan los productos no se está pensando cómo se van a reutilizar sus partes (…) Las cadenas de reciclaje en Colombia son muy inmaduras”.
Y es que el aprovechamiento de materiales desechados en el país es bajísimo comparado con naciones europeas.
Holanda y Suecia reciclan hasta el 90% de la basura que producen. En Colombia se generan 12 millones de toneladas al año y solo se recicla algo más del 8,6%, lo que nos mantiene por debajo de países como Perú (15%), Chile (10%), México (9,5%) y Barbados (9%).
Aunque no es una operación rentable, el reciclaje trae beneficios como preservar el medio ambiente pues disminuye el consumo de energía, agua, minerales y petróleo, reduciendo las emisiones de CO2 en la atmósfera.
Además, los procesos para reutilizar este material generan múltiples empleos directos e indirectos y dan más espacio a los rellenos sanitarios.
Pero uno de los principales problemas radica en que no existe conciencia ciudadana de separar desde los hogares los elementos a los que se podría darle una nueva vida y que finalmente terminan sepultados en los rellenos sanitarios.
Updated: marzo 10, 2019 07:44 p. m.