Ricardo Abel Ayala, alias ‘Cabuyo’, fue uno de los desertores del proceso de paz con las FARC y, según las autoridades, desde 2017 estaba en Antioquia, donde generó terror en el Bajo Cauca con desplazamiento forzado, extorsiones, múltiples atentados y homicidios.
En 2020, tras una operación militar, difundió un rumor para hacerse pasar por muerto. Sin embargo, desde hace ocho meses, varias interceptaciones y seguimientos por parte de la inteligencia militar permitieron identificar correos humanos que utilizaba para intentar evadir a las autoridades y que confirmaron que seguía con vida.
Además, detectaron que manejaba un bajo perfil entre los campesinos y andaba solo con uno o dos hombres de seguridad.
Tras varios análisis y lograr una posible ubicación en zona rural de Barbosa, Antioquia, los militares de reconocimiento identificaron plenamente a ‘Cabuyo’.
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Según el general Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División del Ejército, "el bandido de ‘Cabuyo’ saca un fusil AK-47 y le dispara al soldado impactando su fusil Tavor. El soldado entrenado y con una capacidad psicológica muy fuerte se queda quieto esperando la reacción del bandido, que se acerca para rematarlo y el soldado lo neutraliza”.
Un tatuaje en el brazo permitió confirmar que se trataba del hombre por el que ofrecían una recompensa de hasta 1.000 millones de pesos.
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‘Cabuyo’ tenía circular azul de Interpol y más de diez requerimientos judiciales por decenas de hechos con los que sembró el terror en el Bajo Cauca antioqueño.
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