El Ejército Nacional hizo oficiales las medidas tomadas por la agresión de un grupo de sus hombres a la comunidad de Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba, por la que ya han sido separados 18 militares del cargo.
Se conoció, además, quién habría ordenado que los uniformados se hicieran pasar como disidentes.
El general Luis Ospina, comandante del Ejército, detalló que se decidió "retirar con pase a la reserva a un personal de seis oficiales y cuatro suboficiales, que con su actuar han comprometido los principios y valores de la institución".
El alto oficial manifestó que un pelotón llegó a la zona de Tierralta para adelantar operaciones contra el Clan del Golfo, en las que los comandantes deben tomar “decisiones donde se planea, prepara, ejecuta y evalúa” las acciones a seguir.
Según el Ejército, el sargento viceprimero que quedó al mando de la operación admitió que él ordenó la caracterización de los militares para hacerse pasar por disidentes de las FARC.
Sin embargo, el general Ospina recalcó que "los procedimientos efectuados fueron totalmente contrarios al actuar institucional, transgrediendo las normas, las leyes y la doctrina militar al realizar actos inapropiados en contra de la población civil, emplear prendas no autorizadas, cubrirse el rostro, usar inadecuadamente las armas de la República".
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También se refirió al personal que no hizo parte de las agresiones contra la población civil de Tierralta. "Se ordenó el traslado de 13 soldados profesionales a unidades en las que no realizarán actividades operacionales ni de inteligencia", precisó.
Otras de las decisiones tomadas es que se llevarán a cabo inspecciones en el batallón de Infantería número 33 Junín para determinar responsabilidades del general Óscar Murillo, quien hoy está a cargo de este.
El teniente al mando del pelotón que estaba en Tierralta, y quien también saldrá de la institución, fue diagnosticado con estrés postraumático. No obstante, “cumplirá su tratamiento e incapacidad y seguirá vinculado a las investigaciones que cursan por estos hechos”, señaló el general Ospina.
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¿Qué pasó en Tierralta?
El pasado lunes 11 de septiembre, militares que dijeron ser disidentes de las FARC agredieron física y verbalmente a la comunidad de la vereda Bocas del Manso. No les importó que hubiera mujeres embarazadas, con bebés en brazos o niños.
La comunidad denunció, además, que un grupo de los uniformados ingresó a la casa de una mujer embera, abusó sexualmente de ella
y amenazaron a un hombre de la tercera edad que estaba en el sitio.
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