En medio de la investigación para dar con el paradero del niño Maximiliano Tabares las autoridades llegaron a una casa en Segovia, Antioquia, donde la tribu satánica conocida como Los Carneros llevaba a cabo actos crueles y sacrificios. La misma sería dirigida por el padrastro del pequeño.
La investigación señala que un médium al que llaman alias ‘Orejas’ le dijo al padrastro que había un problema para ubicar oro en unas minas porque “el niño tiene unos espíritus malignos” y le propusieron a su mamá extraerle esas supuestas fuerzas por medio de rituales. Sandra Patricia Caro aceptó.
“La forma de extraerle estos espíritus es mediante actividades de tortura, presuntas lesiones, que fueron manifestadas por algunos testigos de la comunidad que las observaron de manera presencial, incluso le preguntaron a la progenitora de dónde se producían estas lesiones y ella manifestaba que el niño se había caído por un barranco en una bicicleta”, reveló un investigador de la Sijín.
Las torturas infligidas al niño Maximiliano Tabares, de 6 años, según el proceso, se dieron en la casa de la abuela materna.
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En medio de las pesquisas para dar con el menor hubo entrevistas con los familiares, que fueron clave para encaminar las respuestas: “Lo que ha llamado mucho la atención era que la progenitora, junto con su propia madre, eran incongruentes con sus versiones. En una entrevista manifestaban que era las 7 de la mañana y el niño se perdió, en otra argumentaban que había sido a las 8 de la mañana”.
A las sospechas del grupo especial que viajó desde Bogotá a buscar pruebas se sumó un valioso testimonio de un integrante de la tribu satánica Los Carneros: “Que el niño tenía un espíritu que poseía su cuerpo y que se lo debían sacar, (ritual) al cual no asistí. Al día siguiente me enteré de que Maximiliano, el hijo de Santa Patricia Caro, estaba desaparecido”.
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Con todas las pruebas, la Policía inicialmente llegó a la llamada casa del sacrificio. Allí encontraron libros de magia y una importante cantidad de sustancias químicas, explican los agentes, utilizadas para rituales.
Un allanamiento simultáneo realizaron los agentes en la casa de la mamá del niño, en Bello, Antioquia.
En la casa del médium encontraron “un muñeco vudú, la silueta de una persona en el cual está demarcada muy claramente lo que eran los ojos, la boca, y muy remarcado el corazón”.
Con más pruebas, lanzaron la redada dirigida por la fiscal especializada 140 y se logró la captura de la madre biológica del niño, su padrastro, su abuela y tres integrantes más de la organización.
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Maximiliano aún no aparece y lo último que se sabe es que fue visto por los vecinos del sector subiéndose a un carro con alias ‘Orejas’, el llamado médium de la tribu y quien se encuentra entre los capturados.