La secretaria de Infraestructura de Nariño, Nilsa Villota, grababa las obras remoción que se realizaban en una vía de Santacruz cuando de repente unos gritos alertaron que un deslizamiento venía desde la parte alta de la montaña.
“Salga, salga, salga", alcanzó a gritar la funcionaria. En cuestión de segundos, la retroexcavadora fue arrastrada por el alud hasta la profundidad del abismo.
La angustia fue total cuando pensaron que el hombre había muerto, pues el vehículo fue arrastrado por la fuerza del agua. Sin embargo, segundos después, el alma vuelve al cuerpo cuando se puede divisar al hombre tratando de salir.
La rápida acción de los rescatistas permitió que Wilmer Valencia, quien operaba la máquina lograra salir con vida.
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Visiblemente agotado, embarrado y sin fuerzas tras caer con su máquina por un abismo de más de 150 metros, Valencia se arrodilló a un costado de la carretera y le dio gracias a Dios por salvar su vida.
Ya en el hospital de Túquerres, Wilmer Valencia el maquinista que sobrevivió, le contó al gobernador de Nariño que fue presionado para seguir trabajando.
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"Esa máquina no salía de ahí por nada del mundo. Y ahí llegaron otros operadores a decirme que ‘si me daba miedo, pase esa máquina yo le hago’. Entonces yo le dije: ‘no es que sea miedo, hermano, sino que es prevención’”.