La milagrosa historia de los hermanitos Mucutuy comenzó el 1 de mayo de 2023, con la confirmación del accidente en las selvas del Caquetá de una aeronave tipo Cessna con siete ocupantes, entre ellos, los cuatro menores, Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin, junto con su mamá.
El 8 de mayo, una semana después de la desaparición, la búsqueda avanzaba sin éxito al no hallarse rastros de la aeronave ni de sus ocupantes. A la labor, tanto terrestre como aérea, se sumaron cerca de 60 unidades de élite de las fuerzas especiales del Ejército, así como un grupo de familiares de los desaparecidos.
Transcurrieron 15 días de búsqueda, hasta que el 15 de mayo las autoridades confirmaron el hallazgo de la avioneta HK-2803 en zona rural del caserío Palma Rosa, en Solano, Caquetá. En su interior, solo tres cuerpos: el de Herman Mendoza Hernández, director de la Fundación de Profesionales Indígenas; el de Magdalena Mucutuy Valencia, madre de los hermanos; y el del piloto Hernando Murcia Morales, una persona con un papel importantísimo en el guion de este milagro.
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Los que faltaban eran los cuatro hermanos, a quienes comenzaron a rastrear de inmediato.
Dos días después, el 17 de mayo, los comandos especiales de las Fuerzas Militares redoblaron sus esfuerzos para encontrarlos en medio de la selva. Y, aunque el tiempo contaba en su contra, la esperanza se avivó con el hallazgo de un refugio improvisado con palos, ramas, y trozos de fruta, que pudieron haber sido consumidos por los niños, unas moñitas y un par de tijeras, esto gracias al trabajo de los caninos.
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Para la búsqueda y comunicación con los menores, fue clave un mensaje en audio de Fátima, su abuela, grabado en español y lengua uitoto.
Después, el 23 de mayo, ocurrió el que sería otro hecho histórico en medio de la tragedia: por primera vez, el trabajo conjunto entre los 150 hombres de las Fuerzas Militares y pueblos indígenas, quienes se unieron en esa fecha a las labores de búsqueda, sumando su conocimiento del territorio y de los misterios de la selva, claves para la Operación Esperanza.
Tras un mes del accidente, el primero de junio, cuando el tiempo seguía poniendo en jaque la esperanza de hallar a los menores con vida, haber encontrado días antes huellas, un pañal, tenis, una tapa de tetero y una toalla, le permitían a todo un país confiar en lo contrario.
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Finalmente, un 9 de junio encuentran a los hermanitos Mucutuy con vida.
Tras 40 días de haber permanecido en la selva y de sobrevivir milagrosamente a unas condiciones agrestes, Colombia entera fue testigo de un hecho sin precedentes, un rescate épico, o mejor dicho, un milagro.
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