Con profunda tristeza, dos familias haitianas lloran a miles de kilómetros de su país la pérdida de siete de sus integrantes, entre ellos una mujer en estado de gestación.
“Debemos registrar con dolor que tres niños todavía se mantienen en el Golfo (de Urabá). Dios permita que con un milagro los podamos encontrar con vida”, dijo Emigdio Pertuz, el representante del Consejo Comunitario Cocomanorte.
El naufragio de una de dos embarcaciones, que según las autoridades llevaba 16 migrantes de manera ilegal, dejó como saldo siete personas muertas y tres desaparecidas, entre ellas un bebé de siete meses. Además, dos lancheros fueron detenidos.
Así lo explicó el coronel Giovany Puentes, comandante de la Policía de Urabá: “Se capturan dos personas, quienes son puestas a disposición de la autoridad competente y quienes serán judicializadas por el delito de tráfico ilegal de inmigrantes”.
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Líderes de la zona y autoridades locales coinciden en que la falta de controles y medidas de choque del gobierno, la Cancillería y migración ponen en riesgo la vida de quienes buscan, de forma desesperada, llegar hasta Panamá y Estados Unidos.
“¿Hasta cuándo, señora canciller, hasta cuándo señor de Migración? ¿Cómo es posible que estamos obligando a esa gente a navegar en lanchas inseguras, en forma insegura, metiéndose en la montaña?”, cuestionó Pertuz.
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Sandra Julio Sánchez, la secretaria de Gobierno de Acandí, uno de los municipios transitados por los migrantes, indicó que son hechos que se vienen repitiendo en su territorio.
“Son casos que vienen sucediendo repetitivamente en nuestro territorio, es hora de que pongan los ojos aquí”, dijo.
La Alcaldía de Acandí suministró alimentación, vestuario y atención médica a quienes lograron sobrevivir al naufragio.