Tres excomandantes del Gaula de la Policía Nacional
fueron condenados a 50 años de prisión por secuestrar, torturar y matar a un hombre, en hechos ocurridos en enero de 2011.
Las personas sentenciadas fueron la teniente coronel (r) Martha Emilia Gañán Rojas, el mayor (r) Dillam Augusto Carrillo Cáceres y el subintendente (r) Jorge Iván Ladino Montoya.
Según la información dada por el ente acusador, en la mañana del 8 de enero de 2011, el entonces capitán Cáceres Carrillo, en compañía de una uniformada, “se trasladó en un vehículo oficial desde Pereira (Risaralda) hasta un restaurante en Manizales (Caldas), un área fuera de su jurisdicción”.
“Sin que mediara orden judicial, el oficial retuvo a un hombre que departía con sus amigos. La víctima en el camino fue golpeada sistemáticamente, inmovilizada con un dispositivo eléctrico tipo táser y trasladada en diferentes carros. Finalmente, fue subida a un automotor que conducía el entonces subintendente Ladino Montoya, el cual fue incendiado y abandonado en la noche, en la vereda Las Palomas, entre Chinchiná y Palestina (Caldas)”, agregó la Fiscalía General de la Nación.
Las autoridades que llegaron a atender la emergencia encontraron al hombre secuestrado y torturado por los excomandantes del Gaula en el baúl del carro, “con evidentes signos de tortura, con varias partes del cuerpo mutiladas y rastros de haber recibido, por lo menos, 26 choque eléctricos”, detalló el ente judicial.
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La Fiscalía General indicó que con las evidencias recopiladas se pudo determinar que “horas después del secuestro, la entonces mayor Gañán Rojas, en razón al cargo y las funciones como comandante del Gaula Caldas, concurrió en forma inmediata al lugar de los hechos en un vehículo asignado a su unidad, que tenía una placa que solo se diferenciaba en un número a la del carro usado por los uniformados que se llevaron a la víctima. Al percatarse de esto, ordenó cambiar las placas del automotor”.
“También se acreditó que la oficial no ejerció sus competencias legales y constitucionales para evitar o esclarecer lo ocurrido, por el contrario, dificultó el normal desarrollo de las investigaciones. Asimismo, se conoció que sostuvo reuniones con el entonces capitán Carrillo Cáceres, antes y después del crimen”, agregó.
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La familia del hombre secuestrado y asesinado denunció haber recibido llamadas en la que le exigieron 80 millones de pesos por la supuesta liberación de la víctima.
Por el crimen, un juez penal especializado de Manizales impuso 50 años de prisión a la teniente coronel en retiro Martha Emilia Gañán Rojas y al mayor en retiro Dillam Augusto Carrillo Cáceres, excomandantes del Gaula en Caldas y Risaralda, respectivamente. Asimismo, sentenció a 49 años de prisión al exsubintendente Jorge Iván Ladino Montoya, exjefe de logística del Gaula en Risaralda, al hallarlos culpables de los delitos de secuestro extorsivo agravado y homicidio agravado. Además, les impuso multas que oscilan entre los 18.000 y 19.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
El fallo en contra de los policías en retiro del Gaula es de primera instancia y en su contra proceden los recursos de ley.