Un artefacto explosivo hallado por un niño de 5 años provocó una tragedia en su familia, la cual además revela la grave situación de orden público que se vive en Bojayá , Chocó.
El papá del menor, el médico indígena Máximo Baquiaza Rubiano, murió cuando manipulaba el objeto y dos de los hermanos –hijos del líder- sufrieron heridas de consideración y tuvieron que ser trasladados en helicóptero del Ejército al Hospital San Francisco de Asís, en Quibdó .
“El niño muy inocente le pasó al papá (el artefacto) y al maniobrarlo se estalló, hay dos heridos, un muchacho de 16 años y uno de 20”, dijo Víctor Carpio Conquista, coordinador de derechos humanos de los pueblos indígenas.
La Defensoría del Pueblo había alertado en 2019 de la presencia de minas antipersona sembradas por el ELN para el control de territorios afro e indígena en Bojayá.
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Edilfredo Machado Valencia, alcalde del municipio azotado por el conflicto interno, denunció: “Hace un año vengo haciendo la alerta, informando que en los territorios indígenas y comunidades afro hay presencia de grupos al margen de la ley y que han sembrado minas antipersona y lo que se ha hecho es poco”.
Ante esta situación, decenas de comunidades están confinadas y tres más desplazadas.
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Yaselly Martinez Ortiz, la personera de Bojayá, hizo otra preocupante denuncia: “Hay 24 comunidades confinadas, dos comunidades desplazadas en el municipio y posiblemente esas cifras van a aumentar”.
Mientras la comunidad Chamú llora la muerte de su médico tradicional, las autoridades locales esperan acciones urgentes del gobierno de Iván Duque para la protección efectiva de la población.