Rumbas aquí, rumbas allá, pólvora y licor a borbotones fue el escenario develado por las autoridades de Antioquia tras el fin de semana de ‘Todos los Santos’.
A pesar de las restricciones para evitar que la propagación del COVID-19 sea cada vez más rápida, más de 250 mil vehículos se movilizaron por las vías del departamento y eso que se había decretado toque de queda y ley seca para que los antioqueños se quedaran en casa.
Según las autoridades, solo en jurisdicción de Antioquia, 1.425 personas fueron sancionadas por incumplir las medidas, mientras que en el Valle de Aburrá se impusieron 1.115 sanciones.
Pero eso no es lo único que deja en evidencia el mal comportamiento en la región: más de 500 rumbas fueron intervenidas en apartamentos y fincas.
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Yessica Giraldo, epidemióloga de la Universidad CES, se pronunció al respecto y pidió mantener las restricciones.
“Por supuesto esto va a tener un impacto notorio en la situación epidemiológica, lo estamos viendo a nivel internacional, es importante hacer un llamado a mantenernos alerta, la situación no está controlada, continua siendo crítica, podremos ver en próximos días las consecuencias de estas semanas de mayor reapertura y circulación de personas”, dijo.
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Según la Policía, solo en el Valle de Aburrá se recibieron más de 7 mil llamadas por gente cansada de equipos de sonido a todo volumen y el incumplimiento de protocolos de bioseguridad.