César Giedelmann pasó de compartir cancha con Alfonso Cañón a vivir pegado a una bala de oxígeno. Así combate ese enemigo silencioso que anidó en sus pulmones.
A sus 72 años, el exfutbolista se declara un hombre feliz y pleno. Sus ojos azules dejan ver la chispa del amor por la historia de vida que ha construido.
“Yo estuve en el equipo Santa fe desde los 13 años. Yo era muy entusiasta, no dominaba la técnica, pero era entusiasta. Jugaba de defensa central hasta que llegué a la segunda división de Santa Fe; ahí cambié a marcador derecho”, cuenta.
En ese camino conoció a grandes figuras del fútbol como Alfonso Cañón, Dragoslav Sekularac y Manuel Ovejero, entre otros.
Y es que ese amor por el fútbol solo puede compararse con el que siente por su esposa, a quien llama ‘la Chiquita’. “Ha sido tan bella la experiencia”, dice.
Pero la vida de este hogar se partió en dos el pasado 3 de marzo cuando se supo que el asbesto, un enemigo cruel y silencioso, se había anidado en sus pulmones.
“El contacto con el asbesto se inició desde por allá en el año 1956. Mi padre era lo que se llamaba en el Acueducto de Bogotá contratista. Su primer gran trabajo fue cambiar las redes de tubos alemanes, que había metálicos, y cambiarlos por asbesto-cemento”, relata en Noticias Caracol.
Años después, doña Margarita, su madre, a quien describe como una mujer con gran sentido comercial, decidió montar una ferretería familiar. Allí, César manipuló elementos con asbesto.
Por eso Ema, esposa de César, no duda en decir: “Una forma irresponsable de las personas que, por enriquecerse, utilizan el asbesto y toman todas las herramientas jurídicas en beneficio de ellos.
No obstante, César Giedelmann no le teme a la muerte, sabe que en algún momento debe llegar. Eso sí sabe que tiene una misión.
“En el mismo momento que yo conocí de mi enfermedad y dijeron que era asbesto, pensé en los demás, pensé en mucha gente de condición humilde que no tenían por qué pasar eso. No puede ser que un negocio que produce muchísimos millones de millones sea montado sobre el sufrimiento de mucha gente.
No puede ser. A nosotros nos falta muchísimo para ser un país decente”, reflexiona.
Este martes, en una decisión histórica, el Congreso de la República prohibió el uso del asbesto en Colombia a partir de 2021, luego de una larga batalla de la que hicieron parte víctimas como César.
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Updated: junio 11, 2019 01:24 p. m.