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Testimonio de pareja que acudió a vientre subrogado en Colombia: “Es un acto de amor”

Una pareja que perdió la posibilidad de quedar embarazada y tuvo a su hijo por el vientre subrogado de la madre de uno de ellos dice que esta fue su opción para ser felices. Hay polémica por el pedido del papa Francisco de prohibir esta práctica.

“Es un acto de amor”: habla pareja que acudió a vientre subrogado en Colombia

En Colombia, aunque no hay una ley que regule el alquiler de vientres, la Corte Constitucional sí ha emitido jurisprudencia en la que establece algunos parámetros. El vientre subrogado es una práctica que no está prohibida y a la que acuden varias personas para tener hijos.

Freddy y Laura sufrieron un accidente que les arrebató la oportunidad de tener hijos. Sin embargo, su voluntad de tener familia nunca disminuyó, buscaron muchas opciones y finalmente encontraron en la subrogación de vientre la alternativa perfecta y con la persona que menos esperaban.

“Mi suegra es una mujer joven y tuvo la posibilidad de gestar el hijo en el vientre de ella. No tuvimos ningún costo, ningún valor, fue un acto altruista, un acto de amor como tal. Ella misma se ofreció, dijo ‘si yo lo puedo hacer, lo hacemos sin ningún inconveniente’”, cuenta Freddy Reyes, padre a través de subrogación de vientre.

Su hijo David está por cumplir 7 años y es para ellos el fruto del amor incondicional.

“No se trata de un procedimiento de negocios, no se trata de dinero, no se trata de nada de eso, solamente se trata de un acto de amor, un acto altruista, y, debido a eso, el resultado es una pareja y un niño feliz. Él es la luz o el propósito que tenemos en este momento nosotros para ser felices”, agrega el padre.

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Pero también está la historia de Laura Zúñiga, una madre que ha tenido cinco embarazos. Tres de ellos, fruto del amor de su matrimonio, y los otros dos fueron el resultado de un anhelo ajeno que sintió como suyo. Su vientre fue el espacio de gestación que dio vida a dos bebés de otras familias.

“La subrogación ha sido de las mejores cosas que llegaron a mi vida, porque siento que el hecho de ayudar, más que cualquier cosa, es una gratificación absoluta. Muchas de las personas lo toman como por el lado económico, (pero) personalmente el haber sentido ese amor incondicional en las personas que llegaron a hacer la subrogación es demasiado gratificante”, comenta Laura Zúñiga, madre subrogada.

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Para estas personas, la decisión de acudir al alquiler de vientre no tiene que ver con dinero, necesidad o alguna condición biológica. Para ellos, priman las ganas de dar y recibir amor a un nuevo bebé y su sueño de convertirse en padres y, por supuesto, de ayudar y servir.

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