Habitantes del barrio Brasilia, de la localidad de Bosa , sur de Bogotá, están siendo atemorizados por extorsionistas, aparentemente del Tren de Aragua, la peligrosa banda trasnacional. “Empezaron a mandar panfletos, a escribir en las puertas, a extorsionar a los comerciantes”, señaló una de las personas que hace la denuncia sin mostrar el rostro, por miedo a las represalias.
La Policía Metropolitana les ha informado que se trata de delincuentes de la organización criminal colombo-venezolana conocida como el Tren de Aragua. De hecho, en las rejas han impreso grafitis con las siglas TDA.
Según las víctimas, han recibido amenazas para que paguen $50 y hasta $100 millones a cambio de no atentar contra sus vidas. “Hay mucho peligro, porque nos pueden estar asesinando y nos da miedo atender los negocios”, señaló el denunciante.
Cuenta que estos mensajes van acompañados de llamadas y presencia de varios jóvenes armados en las esquinas del barrio y que “ya empezaron a disparar, a un señor comerciante de aquí amigo de nosotros del asadero le dispararon en la ventana de atrás tres tiros”.
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Mientras que algunos propietarios de tiendas han accedido al pago del dinero exigido por miembros del Tren de Aragua, otros dicen que ya no hay plata ni voluntad de trabajar más tiempo para satisfacer a los criminales mientras ellos se ahogan en deudas.
No paran las extorsiones en el Atlántico
El flagelo de las extorsiones también es pan de cada día en el Atlántico, especialmente por cuenta de criminales como el ‘Negro Ober’, cabecilla de Los Rastrojos Costeños, quien desde la cárcel sigue afectando a los comerciantes.
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Según el director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, actualmente 'el Negro Ober’ se encuentra en la cárcel de Palogordo de Girón, una centro de máxima seguridad, y ha rotado más o menos en siete centros penitenciarios.
A pesar de que lleva varios años preso, este sujeto sigue atormentando. Uno de ellos indicó: “Están pidiendo extorsión hasta dos grupos a la vez, pidiendo vacunas de 5 a 10 millones de pesos y pidiendo semanalmente 90.000, 180.000 o 200.000 pesos".
Han indicado que en el barrio Chiquinquirá de Barranquilla, capital del Atlántico, ya han tenido que cerrar cerca de 16 tiendas.
“No importa cuántas veces lo transfieran de cárcel, necesitamos que esto pare, que aquellos que le entregan un celular a estos delincuentes sean tratados como cómplices, que sean investigados y puestos tras las rejas, porque le están entregando un arma a un delincuente para atentar contra los otros", aseguró el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo.
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Para tratar esta problemática, la Alcaldía de Barranquilla, la Policía Metropolitana y la Gobernación del Atlántico instalaron un consejo de seguridad permanente. Además, han reforzado el pie de fuerza en las calles para devolverle la tranquilidad a la ciudadanía.