Este jueves, 12 de diciembre de 2024, varias regiones de Colombia fueron sacudidas por una serie de sismos que se registraron a lo largo de la jornada. Los temblores se presentaron en diferentes puntos del país, incluyendo Santander, Cundinamarca, Antioquia, y zonas cercanas a Bogotá, con magnitudes que variaron desde 2.0 hasta 4.3.
A pesar de la sensación de algunos de estos movimientos, las autoridades informaron que, por el momento, no se han reportado daños materiales ni víctimas en las zonas afectadas. Sin embargo, es evidente la constante actividad sísmica que experimenta el país en estas épocas, por lo que es importante mantenerse alerta ante cualquier nueva eventualidad.
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)
Temblor en Charalá, Santander fue de 4.3
El primer temblor significativo del día tuvo lugar en Charalá, un municipio ubicado en Santander, en el noreste de Colombia. Según el Servicio Geológico Colombiano (SGC), el sismo ocurrió a la 1:11 p.m. hora local, con una magnitud de 3.9. El epicentro del sismo se localizó a 179 kilómetros de profundidad, en las coordenadas geográficas 6.29° N y 73.16° W. Este movimiento sísmico se sintió con particular intensidad en Charalá, que se encuentra a tan solo 1 km del epicentro, pero también fue percibido en los municipios cercanos de Ocamonte y Coromoro, ubicados a 7 km y 13 km respectivamente.
La profundidad del sismo es una característica común en la región, conocida por su alta sismicidad debido a la presencia del denominado "Nido de Bucaramanga", una de las zonas sísmicas más activas de Colombia. Aunque este evento fue de magnitud moderada, la población local se mostró alerta, y las autoridades continúan monitoreando la región para detectar posibles réplicas o nuevos movimientos telúricos.
Temblor cerca de Bogotá: fue en Zipaquirá
A las 1:20 p.m., solo 9 minutos después del sismo en Charalá, se registró un segundo temblor, esta vez en la región de Zipaquirá, Cundinamarca, a aproximadamente 231 km de profundidad. Con una magnitud de 2.3, el sismo tuvo epicentro cerca de las coordenadas 6.2° N y 73.9° W, lo que lo situó a tan solo 3 km de Cogua y 4 km de Zipaquirá.
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La región, que se encuentra a pocos kilómetros de Bogotá, la capital del país, experimentó el temblor con relativa moderación. Sin embargo, debido a su cercanía a zonas urbanas, los ciudadanos de Cundinamarca, incluyendo la capital, se sintieron inquietos por el movimiento, aunque no se reportaron daños ni víctimas. Este tipo de sismos, aunque menos frecuentes en comparación con los de Santander, también generan preocupación en una de las áreas más densamente pobladas de Colombia.
También hubo otro temblor en Antioquia
Poco después, a las 1:32 p.m., se registró un temblor de magnitud 2.0 en el municipio de Frontino, en el departamento de Antioquia, ubicado al noroeste del país. Este sismo fue superficial, lo que significa que ocurrió a una profundidad muy baja en la corteza terrestre.
La localización exacta fue en las coordenadas 6.83° N y 76.23° W, y el evento afectó principalmente a los municipios cercanos de Uramita y Cañasgordas, ubicados a 11 km y 24 km, respectivamente. A pesar de su cercanía a zonas habitadas, no se reportaron daños materiales, y la población mostró una respuesta tranquila ante el fenómeno.
Los Santos, Santander fue sacudido por otro temblor
Finalmente, a las 2:42 p.m., un nuevo sismo se registró en el municipio de Los Santos, Santander, con una magnitud de 2.7 y una profundidad de 145 km. Este sismo, localizado en las coordenadas 6.80° N y 73.17° W, tuvo su epicentro a 9 km de Los Santos y fue percibido en las localidades cercanas de Zapatoca y Villanueva.
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La región de Los Santos, al igual que otras partes de Santander, es conocida por su intensa actividad sísmica, que ha sido objeto de estudio por los expertos debido a la interacción de las placas tectónicas en esta zona. Los sismos en esta región son frecuentes debido al Nido de Bucaramanga, una de las zonas de mayor concentración sísmica en Colombia.
Los sismos ocurren a profundidades intermedias, entre 70 y 150 kilómetros, lo que es relativamente raro a nivel mundial. Los estudios sobre esta región continúan, ya que los patrones de actividad sísmica y las posibles réplicas se monitorean constantemente. En este caso, el sismo en Los Santos no causó daños importantes.
El alto movimiento telúrico en Colombia
La frecuente ocurrencia de sismos en Colombia, particularmente en departamentos como Santander, Cundinamarca y Antioquia, se debe a la compleja geología del país, caracterizada por la interacción de varias placas tectónicas.
En el caso de Santander, la interacción de la placa de Nazca, la placa del Caribe y la placa Sudamericana genera tensiones tectónicas que se liberan a través de movimientos sísmicos. El Nido de Bucaramanga, en especial, es conocido por la ocurrencia de sismos de mediana y gran profundidad.
Además de las placas tectónicas, la región presenta fallas geológicas activas, como la Falla de Bucaramanga, que son responsables de la liberación de tensiones en la corteza terrestre, provocando temblores. La alta sismicidad en estas áreas está relacionada con la constante acumulación de energía en las placas tectónicas, que eventualmente se libera en forma de sismos.
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El Servicio Geológico Colombiano mantiene un monitoreo continuo de los movimientos sísmicos en todo el territorio nacional a través de una red de estaciones sismológicas, lo que permite detectar y analizar los sismos en tiempo real. Esta red es crucial para mejorar las estrategias de prevención y respuesta ante desastres naturales, y ayuda a comprender mejor los mecanismos que generan los temblores.
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