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Súplicas al Gobierno ante paro armado del ELN en Chocó: "Que se apiade de nosotros"

Mientras se agudiza la crisis en Chocó por el paro del ELN, embarcaciones con casi seis toneladas de medicinas y alimentos zarparon desde el muelle en Istmina con destino a comunidades afectadas.

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Este miércoles, desde el muelle de Istmina, en Chocó, partieron varias embarcaciones repletas de ayuda humanitaria con destino a las comunidades de Doidó y Negría, ubicadas a lo largo del río San Juan. Estas comunidades han estado confinadas durante más de una semana, sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin a causa del paro armado decretado por el ELN.

Ante esta situación, el alcalde de Istmina, Jaison Mosquera Sánchez, se mostró firme en su petición al grupo armado ELN para que cese el paro armado que afecta gravemente a la población civil. “El único que sufre son estas comunidades que están confinadas, que les toca desplazarse de un lugar a otro, a dormir en el suelo, donde no tienen acceso a alimento, a educación, a salud. Entonces, el llamado contundente de la Administración municipal y de todos los alcaldes que de otra forma estamos unidos es invitar a los actores al margen, que demos por terminado de una vez ya estos conflictos y respetemos a la población civil”, subrayó el alcalde.

La angustia en las comunidades de Sipí es aún más palpable. Arlinton Murillo, líder comunitario de la zona, expresó con desesperación: “Tenemos demasiada gente enferma, con paludismo, con dengue, no hay alimentación, no hay gasolina. Queremos que se pongan la mano en el corazón y de verdad nos apoyen en esta situación”. Las palabras de Murillo reflejan la desesperanza y el sufrimiento de aquellos que se encuentran atrapados en medio de un conflicto que no les pertenece.

Van tres muertes por cuenta del paro armado del ELN en Chocó

La tragedia ya ha cobrado vidas. Familiares en Pángala lloran la pérdida de dos bebés y una madre que no pudieron ser trasladados a tiempo para recibir atención médica. Javier Sarco Areiza, padre y abuelo de las víctimas, hizo un llamado desesperado: “Yo le pido encarecidamente a los que nos están observando, que por favor, no se sigan suscitando estos casos para que el Gobierno nacional preste más atención a los centros municipales para poder salvar vidas”.

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Hay personas enfermas

Mientras tanto, los hospitales en Istmina y Quibdó comenzaron a recibir a los enfermos más graves desde las comunidades confinadas. Maribeth Delgado Aragón, secretaria de Salud, Educación y Cultura de Istmina, expresó: “Se están atendiendo los pacientes que logramos que la comunidad indígena nos trajera sobre el río San Juan dentro de este paro armado. Esta es la oportunidad para otra vez suplicarle al Gobierno que se apiade de nosotros, nos acompañe y nos haga llegar una ambulancia fluvial. El Estado en que llegan nuestros pacientes no es justo”.

La situación se complica aún más debido a las restricciones impuestas por el ELN, que solo permite el tránsito de embarcaciones oficiales y de derechos humanos por los ríos San Juan, Sipí, Cajón y Torrá para llevar las ayudas humanitarias. Las comunidades, agotadas y desesperadas, cuestionan estas decisiones que agravan su ya precaria situación.

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