En la zona rural del municipio de Sabanalarga, Atlántico , un grupo de al menos 25 creyentes se reunió en una especie de vigilia para aguardar la llegada de Jesús, que, según ellos, se dará el próximo 28 de enero.
Esas personas, al parecer, están siguiendo las instrucciones de un pastor religioso. Varios de ellos dejaron sus trabajos y hasta vendieron sus propiedades antes de congregarse.
Los habitantes del corregimiento de Isabel López, lugar de reunión de los fieles, alertaron a las autoridades de la situación, ya que, aseguran, que muchos de los allí presentes no se están alimentando de manera correcta.
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“Ellos no están comiendo porque dicen que el Señor los va a raptar. Están muy flacos y regalaron todo lo que tenían ¿Cómo va a ser el desenlace?, No sabemos, pero el pueblo está preocupado”, aseveró una habitante del corregimiento mencionado.
La mayoría de los congregados provienen de Barranquilla, ciudad en la que la iglesia tiene su sede principal.
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Jorge Manotas, alcalde de Sabanalarga, puntualizó que conoce de la situación como un “ayuno extendido” que sostiene un grupo de religiosos.
“Personal interdisciplinario se va a trasladar al sitio y, si vemos situaciones anómalas, sobre todo con niños, nos vamos a encargar de la mano de Bienestar Familiar”, concluyó el mandatario.