En Santander, el director de la cárcel de máxima seguridad de Palogordo, Eleasid Durán Sánchez, ha recibido una nueva amenaza a través de un panfleto que le exige abandonar el penal en un plazo de 24 horas. Esta amenaza surge en el contexto de los operativos que se están llevando a cabo en el patio 10, donde están recluidos internos capturados por extorsión, como parte de la operación Dominó que se adelanta en todo el país.
“Continúo con el mismo vehículo sin blindaje alguno, con dos hombres de protección”, declaró Durán, quien ha enfrentado múltiples amenazas en el pasado. A pesar de sus reiteradas solicitudes a la Unidad Nacional de Protección (UNP) para aumentar su seguridad, solo se le han asignado dos escoltas, y no se ha cumplido su petición de un vehículo blindado para sus desplazamientos hacia la cárcel, ubicada en una zona rural de Girón.
Durán afirmó que mensualmente recibe este tipo de amenazas y que las amenazas provienen de unos internos que están en el pabellón 10, donde se adelanta la operación antiextorsión. Según el director, las amenazas son emitidas por delincuentes organizados a nivel nacional, pertenecientes a estructuras como ‘La Inmaculada’, ‘Los Pepes’ y ‘Los Costeños’, quienes son responsables de dinamizar la extorsión en el país.
Hernando Mantilla, veedor de los derechos carcelarios de Santander, corroboró la situación al señalar que el comandante Felipe es un interno de los llamados dinamizadores de la extorsión de la operación Dominó.
Publicidad
Durán ha estado sin el carro blindado requerido durante cinco meses, a pesar del aumento en las amenazas desde mitad de año. Afirmó que se interpuso la denuncia. Además, añadió que lo que esos panfletos buscan es generar terror y presión.
El director recientemente interpuso un recurso de reposición, pero la UNP ratificó la decisión de no aumentar sus medidas de seguridad ni proporcionarle el vehículo blindado. Esta situación se vuelve más alarmante tras el reciente asesinato de un funcionario del Inpec en Barranquilla, lo que resalta el peligro que enfrentan quienes trabajan en el sistema penitenciario.
Publicidad